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El fin de una aerolínea

"Tenemos que pagar de nuestros bolsillos más de 1.000 euros"

Spanair ultima un acuerdo con IATA para gestionar el reembolso de billetes

"Ponednos un cartel que ponga: echad cacahuetes". Así replicaba con sarcasmo uno de los pocos empleados de Spanair que quedaba ayer en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona. Los que aún continúan trabajando de cara al público siguen prestando sus servicios a través de los puntos de venta de billetes de la compañía, aunque sin vender ninguno. Se limitan a redirigir, atenta y pacientemente, a los afectados por el cierre que siguen reclamando una respuesta. "De momento nadie nos ha notificado oficialmente que estamos despedidos, así que debemos seguir viniendo", comentaba un empleado de la compañía que prefiere no facilitar su nombre.

El ambiente en la terminal 1 de El Prat era ayer tranquilo, aunque había quienes levantaban revuelo. Solían ser los pasajeros de vuelos internacionales, ya que algunos seguían sin conocer la actual situación de la empresa. Cuatro argelinos, Ouyahia Karim, Hadjadj Sofiane, Rais Azzdolie y Haleaïa Samir, entre 36 y 42 años, viajaron a Barcelona el 24 de enero con motivo del partido Barça-Madrid y para pasar unos días en la ciudad. Un viaje entre amigos con billete de vuelta con Spanair previsto para ayer a las 13.10. Tras el cierre de la compañía han tenido que comprar un billete alternativo con Air Algerie para regresar hoy.

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"El lunes teníamos que volver a nuestros puestos de trabajo; en mi caso, yo soy arquitecto y tenía una importante reunión de trabajo", lamentaba Sofiane. Están indignados. No comprendían cómo la empresa se ha desatendido de los pasajeros con billetes pagados. "Nos vamos a gastar de nuestros bolsillos más de 1.000 euros entre los cuatro entre billetes, comida y hospedaje", replicaba Samir. Las reclamaciones que han presentado no les dan garantías de que vayan a recuperar todo el dinero gastado en estos dos días, lo que provoca que los afectados pongan el grito en el cielo.

Por el momento, la aerolínea informaba de ayer que devolverá el dinero de billetes adquiridos pero no utilizados a quienes pagaron por transferencia o en efectivo en agencias, aunque sin confirmar cuándo lo retornará. Ayer un comunicado de Spanair a sus clientes, a través de su página web, informaba de que ultimaba un acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, su acrónimo en inglés) para facilitar la devolución del dinero a los afectados. Un acuerdo sobre el que se espera una respuesta definitiva hoy.

Spanair apuntó que se facultaría "a las agencias de viaje a reembolsar el precio íntegro de los billetes". Pero nadie saldría con dinero reembolsado de los aeropuertos. Mientras, los afectados debían pagar de sus bolsillos la solución. Así lo testimoniaban Sonia Iglesias y Manuel Fabián, de 42 y 47 años respectivamente. El mensaje de Spanair no les tranquilizaba. Ambos viajaban desde Vigo a Bali con escala en Barcelona. El billete de Vigo a Barcelona era con Spanair y debieron de haber salido el sábado y hacer escala para volar el domingo hacia Bali. El sábado, al enterarse de la noticia, buscaron la manera de obtener una alternativa, en vista de que el viaje se les complicaba. "La agencia nos ofrecía un vuelo de última hora a Barcelona con escala en Madrid y de un coste elevadísimo", contaba Iglesias. Así que cogieron su coche desde Vigo rumbo a la ciudad catalana. "Diez horas de viaje, con gastos en gasolina y el aparcamiento en Barcelona mientras estamos en Bali".

Según datos ofrecidos por Spanair, durante el domingo se pudo recolocar a 8.500 viajeros en vuelos de Iberia y Vueling. Pero son solo una ínfima parte de los 83.006 pasajeros que deberían viajar hasta el próximo sábado con la extinta compañía aérea.

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