El infierno de Neuchatel
El equipo, entrenado por Víctor Muñoz, retirado de la Liga suiza por impagos y trampas administrativas
Le llegó un email hará cosa de dos semanas. "Prescindimos de tus servicios", le dijeron sin más. A Javier Arizmendi, entonces delantero del Neuchatel Xamax, suizo, se le escapó una sonrisa. "Fue un arrebato del club y lo agradezco porque quería irme de allí", relata. Allí, en la cantonesa ciudad helvética, todo se tornó en una especie de infierno desde que el empresario checheno Bulan Chagaev -estrecho amigo del presidente de ese territorio, Razman Kadírov, acusado de violaciones de los derechos humanos- se apropió del club el mayo pasado. No faltan los impagos, las amenazas, el sucesivo cambio de cromos en el equipo... Un peaje que paga ahora el Neuchatel, desde ayer sin licencia para competir en la Liga. Otros no tuvieron la misma suerte que Arizmendi, como es el caso de los españoles Víctor Muñoz, que remplazó a Joaquín Caparrós en el banquillo -y que se niega a hablar hasta que Chagaev le coja el teléfono-, David Navarro y Víctor Sánchez.
Ya se intuyó algo tras el primer partido, cuando el presidente despidió al técnico François Ciccolini y al director deportivo y exazulgrana Sonny Anderson. Llegó entonces Caparrós y duró poco, enfrentado con Chagaev, que entró al vestuario con guardaespaldas, con cara de pocos amigos. El incidente, en cualquier caso, no varió el carácter caprichoso de Chagaev, que también expulsó al portero Galatto tras su debut y que echó, entre otros, al capitán del equipo. Y todo eso sin pagar un euro.
Exigido por los bancos a declarar de dónde sale su dinero, Chagaev queda maniatado. "No sabrá explicarlo", apunta con retintín Sánchez, después de jugar un amistoso en Dubai ante la selección sub 23 de Irak. "Sí", confirma; "estamos en Dubai, pero no cobramos un euro. No entendemos nada". Sobre todo porque se les adeuda más de dos meses y muchos incentivos, y porque no hay semana en la que un jugador tenga que devolver el coche de alquiler o irse de su casa porque el club no afronta el alquiler. "Entonces, el presidente nos miente", señala Sánchez; "porque ya son ocho las veces que ha dicho que había hecho la transferencia, pero nada de nada".
"Nos atacan por todos los lados, desde la Liga, y nos han bloqueado las cuentas sin explicación", dicen del club. Pero la hay y no tiene solución, por lo que si no hay un recurso o si no se acepta, desaparecerá en 10 días. Interviene Sánchez: "Y quedaremos libres. Al menos, sabremos a qué atenernos".
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