Herencias políticas
Rápidas y sorprendentes han sido las medidas tomadas para reducir la deuda. Se argumenta que se ha recibido una herencia con deudas superiores de lo informado y la necesidad y urgencia de poner en marcha una mayor presión fiscal que de nuevo nos hará perder un poco más nuestro poder adquisitivo, en muchos casos ya "muy justito".
Quiero pensar que se desconocía la realidad de una parte de herencia, pero sí se sabía de los injustificados derroches, grandes prebendas para políticos, sindicatos, asesores, embajadas autonómicas, etcétera, etcétera; y que saneando estos despilfarros se solucionaba gran parte de la enorme deuda.
A pesar de la dificultad, ante tanto sacrificio como estamos sufriendo, necesitamos ver autenticidad y honestidad, así como confiamos en la recuperación de valores perdidos. Creo que el adoptar medidas contra semejante derroche es de tanta urgencia e inmediatez como las que se han adoptado como "imprescindibles para la credibilidad del país".
Para poder creer en las duras medidas, necesitamos ver valentía y mano dura para terminar con tanto abuso.
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