Castellón cambiará la norma para que se pueda beber en las calles de las tascas

El Ayuntamiento de Castellón ha dado el primer paso para evitar la prohibición de beber alcohol en las calles de las tascas con un cambio de la normativa, pero esto no evitará que el consumo esté vetado, como mínimo, hasta marzo. El consejo de participación que forman grupos políticos, asociaciones de vecinos y otros colectivos aprobó ayer (con la ausencia del PSPV) la nueva redacción del artículo con el que se pretende dar cobertura legal a este hábito y que fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano por ser contrario a la ley de drogodependencias.

Tras este trámite, el equipo de gobierno del PP llevará la nueva ordenanza para que sea aprobada provisionalmente en el pleno de este mes. El caso es que la sentencia no ha sido recurrida y esta aprobación supondrá una derogación del anterior texto. "Desde el pleno hasta que el texto no sea aprobado definitivamente estará prohibido beber en estas calles tal y como establece la ley de drogodependencias", explicó el edil del Bloc, Enric Nomdedéu. La norma prohíbe el consumo en la calle a partir de las 22.00, salvo en periodo de fiestas o zonas previamente autorizadas.

"Después de la aprobación inicial se abren 30 días de exposición pública y si no hay alegaciones la aprobación final llegará en marzo", apuntó Nomdedéu. No obstante, se esperan las objeciones de Castelló sense Soroll, el colectivo que ya alegó contra el anterior texto y que después de no ser escuchado acudió a los tribunales, que les han dado la razón. Por ello, es de esperar que el plazo se alargue.

El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, recalcó ayer que se está haciendo lo posible para conciliar el ocio con el descanso en esta zona de Castellón. Romero admitió que cuando el nuevo texto pase por el pleno de este mes "se tendrá que seguir la ley", en referencia a la norma de drogodependencias.

El pasado diciembre el TSJ anuló el artículo 26 de la ordenanza ciudadana, que otorgaba singularidad a las tascas para beber más allá de las 22.00. Otro fallo anterior obligó a declarar Zona Acústicamente Saturada esta zona y el ayuntamiento fijó las 23.30 horas como tope para el consumo en el exterior de los bares.