Morenés se propone que los recortes en Defensa no dañen la seguridad

La crisis económica y los drásticos ajustes presupuestarios aprobados por el Gobierno planearon ayer sobre la primera Pascua Militar con Mariano Rajoy en La Moncloa. "Ante la actual crisis económica, tengo la certeza de que, como habéis hecho en el pasado de manera ejemplar, sabréis obtener el máximo rendimiento de los recursos asignados y ser sumamente cuidadosos en el empleo y mantenimiento de los medios", dijo el Rey a los representantes de los tres ejércitos y la Guardia Civil, en el Palacio Real.

Más directo fue el ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien, en su primer discurso desde que asumió la cartera, aseguró que "las Fuerzas Armadas son conscientes de la realidad que vive España [..] y comparten con el resto de la sociedad la necesidad de afrontar la situación". Pero la situación en Defensa es aún más delicada que en otros ministerios: no sólo debe asumir un recorte de 340 millones en su presupuesto prorrogado para este año, sino que afronta compromisos de gasto por valor de unos 30.000 millones -derivados de los grandes programas de armas contratados en los últimos 15 años- que ni siquiera en plena bonanza económica sería posible pagar.

El ministro de Defensa aboga por mantener las "capacidades críticas"

Por eso, el primer encargo de Morenés al nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Suárez, y al flamante secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, consiste en "definir las capacidades militares a conservar, a redefinir y a suprimir" y en "buscar soluciones a la financiación de los programas de armamento".

Todo ello con dos objetivos: "fortalecer las capacidades críticas con los recursos disponibles para evitar descender más allá de los mínimos por debajo de los cuales la defensa resulta insuficiente y el daño a la seguridad inaceptable" y "contribuir a consolidar el nivel tecnológico de la industria de la defensa". Casi la cuadratura del círculo.

Según los estudios realizados por el propio ministerio, el actual modelo de Fuerzas Armadas resulta económicamente insostenible y, si no se replantea a fondo, los ejércitos están abocados a un progresivo deterioro de sus capacidades. Se trata de sostener lo que sea imprescindible y renunciar a lo superfluo o no tan necesario. Por eso, Morenés incluyó entre sus objetivos una revisión de las estructuras orgánicas del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas y se ha fijado como prioridad "garantizar su preparación y operatividad".

En lo único en lo que el Gobierno no regateará recursos es en garantizar la seguridad de las tropas desplegadas en el exterior, con las que Morenés mantuvo ayer su primera videoconferencia. "Partimos de la certeza de que las Fuerzas Armadas son una prioridad de este Gobierno y nunca se escatimarán medios para garantizar la seguridad de sus miembros", aseguró.

El Rey, como jefe máximo de las Fuerzas Armadas, aprovechó su discurso para lanzar un aviso a sus subordinados. Les recordó que, aunque la ley de Derechos y Deberes de los militares, aprobada en julio pasado, regula por vez primera sus derechos y libertades, también incluye obligaciones. "Os animo", les exhortó, "a mantener los principios de disciplina, jerarquía y unidad, junto al deber de neutralidad política y sindical".

Fue la única alusión al programa legislativo de Defensa. Morenés se limitó a mencionar su propósito de "perfeccionar y completar el sistema de enseñanza militar", lo que hace suponer que descarta una revisión completa de la reforma de la enseñanza militar impulsada por el PSOE, y pasó por alto el compromiso de revisar la polémica integración de cuerpos y escalas. Y es que el ministro se propone actuar siempre "a través del consenso con el principal partido de la oposición".

Al acto, presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias, asistieron, además de Rajoy y Morenés, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. Tras los discursos, como viene siendo habitual, se despachó a los medios de comunicación.