Reflexiones sobre nuestra economía
Acabo de ver el documental Inside job que se podía adquirir el sábado con EL PAÍS. Al terminar de verlo, me he quedado sentado en el sofá, pensativo y con la mirada perdida. He repasado mentalmente el nombre de algunos de nuestros actuales ministros y su trayectoria profesional y me he preguntado: ¿en manos de quién estamos? La respuesta me ha dado miedo. El documental hace una referencia a Islandia, el único país que ha intentado aprender de los errores del pasado, llevando ante los tribunales a los responsables financieros y políticos que causaron la crisis. En otros países, como Italia, Grecia, Portugal y ahora España, se reproducen modelos de Gobierno en los que no queda claro el perfil de sus miembros, si político, tecnócrata o un mix, pero que en todo caso ponen la solución de los problemas en manos de algunas personas que participaron en su aparición y consolidación.
El poder en sus distintas manifestaciones -político, económico, religioso o cultural- sigue tejiendo su malla protectora, para que sean otros los que se den el golpe contra el suelo y, si quedan vivos, soporten sobre sus hombros el peso de los ajustes y el reparto de las pérdidas, que los beneficios, que los hay, ya se los quedan los de siempre. Documentales como este deberían ser visionados por el mayor número de personas, para despojar de sus caretas a tantos salvapatrias que forjaron sus reputaciones en organismos financieros, reguladores y calificadores.- Juan Antonio Solera. Murcia.
Es una situación terriblemente desalentadora. La clase trabajadora, la que crea la riqueza del país, está viendo cómo, de un plumazo, se le desposee de todos los beneficios sociales que tantos años de sacrificio le ha costado conseguir. Ahora se nos pide otra vez que trabajemos más por menos dinero. Que, como ya hicimos hace 40 años, volvamos a levantar el país.
Noticia aparecida en la prensa nacional recientemente: "Las matriculaciones de coches caen un 17,7% en 2011. El sector de lujo se dispara un 83%."
Si dividimos el número de obreros entre el de coches de lujo, es fácil deducir cuántos hombres de potencia mueven el motor de esos endiablados coches.- Julio F. Brun. Madrid.
Cuando fue presidente del Gobierno, Aznar nos aseguraba que España iba bien. Fátima Báñez, como ministra del Gobierno de Rajoy, nos asegura que España está en ruina económica y social. Dejando aparte el hecho de que España y los españoles no parecen ser la misma cosa, creo que ambas afirmaciones son falsas: ni España iba tan bien como nos aseguraba Aznar, ni hoy va tan mal como afirma la ministra de Trabajo. Lo cierto es que Gobiernos del PP y del PSOE perdieron la oportunidad histórica de aprovechar los fondos europeos que llegaron a España en la época de vacas gordas para transformar realmente el modelo económico, energético y productivo de este país de forma que dejara de depender del turismo como fuente casi exclusiva de ingresos.
Hoy estamos, como estábamos, a merced de cambios en el ciclo económico mundial, sin el contrapeso eficaz de alternativas económicas sólidas y sostenibles, sin auténticas políticas de Estado al respecto. Lo verdaderamente malo de nuestra situación es que no podemos competir -y cada vez menos, si recortamos la inversión en investigación- con los países que verdaderamente añaden valor tecnológico a sus productos, ni nunca podremos -como pretende una de las clases empresariales más casposas del Primer Mundo- competir con la baratura de la mano de obra del Tercer Mundo.- Luis José Herrero. Collado Mediano, Madrid.
Rajoy prometió que iba a actualizar las pensiones. ¿Qué es para él actualizar? Seguimos con la propaganda y el juego de palabras para convencer a la gente. La portavoz del Gobierno anuncia la subida de las pensiones un 1%. No sé por qué lo anuncian como subida si en realidad es una bajada del poder adquisitivo, ya que el IPC este año quedará con una subida de entre el 2,8% y el 3%. Y si se separaran del IPC los electrodomésticos y se elaborara solo con los productos básicos necesarios para la mayoría de los pensionistas, pan, verdura, pescado, agua, luz, etcétera, el resultado sería un aumento entre un 7% y un 10%. Es una media verdad no digna de los que han acusado de mentir y manipular al anterior Gobierno.
También prometió un Gobierno claro y decir siempre la verdad. ¿Estas son sus verdades? ¿Es este el cambio prometido? Empezamos bien.- Rafael Martínez Monserrat. Alicante
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