Las tarifas del metro y tranvía serán un 5% más caras

El transporte público valenciano será más caro a partir de enero de 2012. La Agencia Valenciana de la Movilidad aprobó ayer subidas en metro, tranvía, autobuses metropolitanos y taxis. Las tarifas del metro y tranvía, dos de los medios de desplazamiento más utilizados, crecen una media inferior al 5%. El billete sencillo en Metrovalencia costará 1,45 euros, la ida y vuelta, 2,60 euros y el bono metro pasa de 6,55 a 6,85 euros. La compañía estrena la tarjeta 60x60, que costará 39,30 euros para solo una zona e irá encareciéndose en función de los destinos.

Según Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que explota las redes de Valencia y Alicante, la actualización de precios está por debajo del aumento del IPC del sector del transporte, superior al 9%.

Los únicos títulos de FGV que quedarán fuera de esta subida de precios serán los dirigidos a colectivos que presentan unas situaciones particulares, como personas con discapacidad (tarjeta Mobilitat) o mayores de 65 años (título Gent Major), que mantienen los mismos precios desde 2009.

En el servicio TRAM de Alicante, los precios para trayectos por una única zona de FGV serán de 1,25 euros para el billete sencillo; 2,15 euros el de ida y vuelta; el Bono 10 costará 7 euros y el Bono 30 tendrá un precio de 19,90 euros.

El MetroBus, red de transporte metropolitano de Valencia, sube hasta 1,40 euros el billete sencillo, mientras el bono de transbordo de las zonas AB salta a 14 euros. El Metrorbital sube hasta 1,40 el tique simple y a 7 euros el bono.

Sube el taxi

El servicio de taxi sube en las tres zonas. La bajada de bandera en Valencia se sitúa en 1,45 euros, en Alicante en 1,75 euros y 1,20 euros en Castellón. El suplemento de taxi con origen en el aeropuerto de Manises se fija en 4,95 euros y el suplemento por viaje hasta el puerto, en 2,80.

Los autobuses urbanos de la EMT en Valencia y de Alicante han subido las tarifas por encima del IPC.

El sindicato CC OO en Alicante criticó al Consistorio que preside Sonia Castedo por aumentar las tarifas del transporte público, lo que unido a la disminución del número de viajes en autobús a los que da derecho el bono de los jubilados, es "un despropósito" en una situación de crisis como la actual. Las organizaciones de consumidores entienden que las subidas de los billetes de viaje no deberían de superar el índice de precios al consumo dada la delicada situación económica de las familias.