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Enrique pasará por el juzgado en enero

El próximo enero Reino Unido podría presenciar una escena insólita: la de un miembro de su casa real declarando en un juzgado. Por pura casualidad el hijo menor de Lady Di es testigo en la investigación del robo de la Blackberry de uno de sus amigos.

Él ni siquiera estaba en la escena del delito, pero lo oyó todo desde su residencia, al otro lado del teléfono. El pasado 30 de noviembre Enrique, de 27 años, estaba hablando con Thomas van Strbenzee (28), un íntimo amigo de la época en la que estudiaba en el internado de Ludgrove, con el que príncipe y su hermano Guillermo se dejan ver a menudo. Eran alrededor de las 20.30, cuando la conversación se interrumpió y el príncipe pudo escuchar cómo su amigo era asaltado, según ha confirmado la policía.

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Alarmado por lo sucedido, salió en busca de Van Strebenzee en coche. Acompañado por uno de sus escoltas, condujo por todo el barrio sin encontrarlo hasta que decidió acercarse por la comisaría. Allí dio con su amigo sano y salvo. La policía le preguntó si quería dar parte de lo que había oído y el príncipe accedió. Con su gesto amistoso Enrique se ha convertido en testigo oficial.

Al día siguiente la policía arrestó a un sospechoso y recuperó el teléfono del compañero de los príncipes. El detenido, un joven de unos 20 años, según la descripción de la policía, ha quedado en libertad bajo fianza y tendrá que volver a prestar declaración en el juicio de enero.

Clarence House ha confirmado el asalto, pero ha preferido no comentar lo sucedido mientras la investigación policial siga abierta. "Hará lo que la policía le pida, lo que sea necesario para ayudar a su amigo y para que los criminales sean llevados ante la justicia", ha dicho un portavoz de la residencia del príncipe.

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