Absuelto un etarra al que el fiscal pedía 639 años de cárcel
No se cotejaron las huellas con las de los cinco vehículos de huida
La Audiencia Nacional ha absuelto al etarra Juan Ramón Carasatorre de un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en la localidad riojana de Arnedo, por el que el fiscal pedía 639 años de prisión, por no haberse cotejado sus huellas con las halladas en cinco vehículos utilizados en la huida de los integrantes del comando.
El tribunal no ha considerado suficientes las declaraciones del integrante del comando Valentín Lasarte, ya condenado por estos hechos, y en el sumario "no hay un solo rastro" del procesado.
En los archivos del DNI no se disponía de huellas ni fotografías de Carasatorre. El atentado fue cometido en 1995, pero hasta 2007 no se dispuso de las huellas del etarra, obtenidas durante una entrega temporal de tres meses por Francia. Al tenerse noticia, en febrero de 2011, de que Carasatorre se encontraba en España en otra entrega temporal por otro procedimiento, la Audiencia solicitó juzgarle por el sumario de Arnedo.
Según la Audiencia, en ese tiempo no se ha intentado el cotejo de las huellas con las desveladas en los diversos vehículos de huida. Tampoco se comprobó la correspondencia de patologías de unas gafas perdidas por un miembro del comando en uno de los coches con las que utilizaba Carasatorre en su primera entrega.
El atentado al cuartel de Arnedo se cometió con dos artefactos que los etarras dejaron en las proximidades del cuartel al ser sorprendidos por policías municipales. La explosión causó lesiones a un agente. En la huida tuvieron un accidente, pero lograron reducir a los policías que fueron a auxiliarles y huir en su coche. Posteriormente utilizaron otros tres vehículos más que fueron robando o utilizando para refugiarse.
