Fabra comprueba que su gobierno cumple el ajuste

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, inició ayer una ronda de entrevistas con sus consejeros de gobierno para asegurarse de que los planes de austeridad previstos para 2012 se siguen al pie de la letra.

Las dos primeras entrevistas las tuvo Fabra con los consejeros de Gobernación, Serafín Castellano, y de Agricultura, Maritina Hernández. El presidente trasladó a Castellano la necesidad de "seguir con las políticas de poner a dieta a la Administración y eliminar duplicidades y gastos superfluos".

El consejero resumió las directrices que el presidente le trasladó. "Hay que ser valientes en la toma de decisiones: donar llum i no fum [dar luz y no humo]", y "gastar lo presupuestado y no más", comentó Serafín Castellano.

La Generalitat debe eliminar "duplicidades y gastos superfluos"

En cuanto a la nueva etapa política que abrirá el próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el consejero reconoció que la relación con el Ejecutivo socialista no fue buena, y puso de ejemplo el tema de la custodia compartida, "donde no quisieron ni hacer el procedimiento de negociación".

Con el nuevo Gobierno, dijo el consejero de Gobernación, habrá "otra sensibilidad", al tiempo que abogó por un cambio en el que ambas Administraciones se guarden lealtad institucional. Entre los asuntos pendientes están las transferencias en materia de locales en la playa. Castellano se mostró convencido de que estas competencias puedan estar "pronto" en manos de la Generalitat.

El Consell reivindicará al nuevo Gobierno de Rajoy una política de agua de carácter nacional sustentada en "el consenso y la solidaridad territorial" que aporte a la Comunidad Valenciana el agua que necesita. También le pedirá al Ejecutivo que negocie en la Unión Europa una reforma de la Política Agraria Común (PAC) que tenga en cuenta "el ser" y "la singularidad" de la agricultura mediterránea.

Así lo explicó la titular de Agricultura, Maritina Hernández, tras su entrevista con el presidente Alberto Fabra. Ambos han analizado algunas de las "fortalezas" con las que cuenta el sector agroalimentario valenciano, como que es una actividad económica cuyo comportamiento es "menos negativo".