La batalla por el Ebro resucita
La victoria del PP reabre interrogantes sobre el futuro del trasvase - El canal Xerta-Sénia, fronterizo con Castellón, moviliza a los ecologistas
La batalla por el Ebro no ha pasado a mejor vida. La mayoría absoluta conseguida por el Partido Popular (PP) el 20 de noviembre ha reabierto la guerra por el agua en las comarcas del Ebro. La construcción del canal Xerta-Sénia, que muere a las puerta de la Comunidad Valenciana, ha resucitado viejos fantasmas. Y es que el miedo a un hipotético trasvase sigue presente.
Hace unos días, tras conocer el resultado de los comicios generales, la Plataforma en Defensa del Ebro convocó una manifestación. El símbolo del nudo volvió a salir a la calle y la protesta congregó a dos centenares de personas. Las entidades temen que el PP resucite el Plan Hidrológico Nacional (PHN), aprobado en 2001 por el PP con el apoyo de CiU. El proyecto preveía una obra faraónica para llevar agua del río Ebro hasta la huerta de Murcia. Tras dos años de pugna, cuando José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones el plan fue tumbado en favor de desalinizadoras en la cuenca mediterránea. Como en 2008, en estos comicios el PP se cuidó de no mencionar el antiguo PHN en su programa electoral. "Nos proponemos garantizar el derecho de todos a disponer de agua suficiente y de calidad atendiendo en primer lugar a las reservas estratégicas (...), transfiriendo los sobrantes, si los hubiere, de aguas de cuencas excedentarias a las deficitarias", rezaba el ambiguo programa.
Además, los dirigentes populares admiten que no se ha dado carpetazo al trasvase. El proyecto permanece en un cajón, a la espera de que pase la crisis, reconocen en el PP. "El trasvase tarde o temprano se hará", dijo el presidente del PP en Tarragona, Alejandro Fernández. Argumentó que ya se ha hizo uno hasta la ciudad de Tarragona y que es una buena oportunidad de negocio para la provincia. Por eso, en el delta del Ebro vuelven a sacar las pancartas a la calle. "La historia nos dice que cada siete u ocho años la amenaza retorna", se justifica Susanna Abelló, portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro.
En la última protesta la entidad se concentró al lado de las obras del canal Xerta-Sénia, una construcción que levanta controversias en el delta. "Es un trasvase encubierto, las obras avanzan y con ellas será posible llevar el agua a Castellón, solo tendrán que alargar las tuberías", dice Abelló. El ramal, impulsado por la Generalitat, significa la ejecución de uno de los tramos del PHN del expresidente José María Aznar. Pero solo para Cataluña, porque no incluye llegar a Càlig (Castellón) como se preveía en el plan del PP. La construcción del canal Xerta-Sénia la lleva a cabo la empresa Regadius de Catalunya (Regsa). Por el momento, se han invertido 64,74 millones de euros en las obras, que permitirán regar con agua del Ebro los cultivos del sur de Tarragona, y las tuberías pasarán por terrenos de las poblaciones de Xerta, Ulldecona, Tortosa, Santa Bàrbara, Roquetes, Masdenverge, Mas de Barberans, Godall, La Galera, Freginals, Amposta y Aldover. "Los cultivos previstos son de cítricos, olivos y fruta dulce. El canal tiene una sección decreciente a medida que va distribuyendo el agua y finaliza en forma de red de regadío", explican fuentes del Departamento de Agricultura de la Generalitat.
En canal está dividido en siete sectores y las obras del primero finalizarán dentro de tres semanas. Sin embargo, el plan de cuencas solo está redactado en su parte técnica y falta por acordar su aspecto más polémico: el caudal ecológico asignado para el tramo medio del Ebro y del Segre, que son los que afectan al delta. No estará decidido hasta al menos dentro de medio año. "Por el momento han dotado a la estación de bombeo de una capacidad mucho más elevada de lo que habían dicho al principio", alerta Abelló. "Es una cifra incómoda. Si se fija el caudal que el delta necesita, habrá un problema. Ya hay unas concesiones firmadas con los regantes y no queremos que se lleven ni una gota a Valencia, pero también reclamamos que Aragón haga llegar el caudal que necesitamos. Nos oponemos al trasvase y la estructura del canal actual no está diseñada para ese fin", explica Ferran Bel (CiU), alcalde de Tortosa. El edil del PP en esa ciudad también votó en contra del trasvase, lo que desató la ira de sus compañeros de partido valencianos.
La Diputación de Castellón no cesa de demandar la transferencia de 90 hectómetros cúbicos de agua anuales hacia su provincia. In extremis, el 25 de noviembre el Ministerio de Medio Ambiente denegó la petición, realizada en 2007, y también desestimó crear un consorcio de aguas en la zona. Pero la Diputación de Castellón volvió a la carga y entregó a Mariano Rajoy un decálogo de propuestas para esta legislatura. Ayer, la institución provincial presentó un recurso contra la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de negar el minitrasvase del Ebro.
"Cada comunidad es competente de sus regadíos, después está el plan nacional", informa la Confederación Hidrográfica del Ebro. En el delta preocupa lo que pueda decidir el Gobierno de Mariano Rajoy.
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