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La crisis del euro | La incertidumbre política en Grecia

La rentabilidad exigida a los títulos griegos a un año supera el 200% por temor a la quita

Miguel Jiménez

La rentabilidad exigida en el mercado a los bonos del Tesoro griego que vencen en un año superó ayer por primera vez el 200% y la de los títulos a dos años, traspasó la barrera del 100%, según los datos difundidos por Bloomberg, por el miedo a la imposición de una fuerte quita por parte de Atenas. Esas son las rentabilidades anuales que obtendría un inversor que comprase un título de deuda griega a precio de mercado actual si Grecia cumpliese con sus obligaciones en el pago de intereses y, sobre todo, del principal.

El cupón o interés anual es fijo y el nominal a pagar al vencimiento también, pero si el precio de los bonos cae en picado, cuando se hace el cálculo de la rentabilidad teórica que daría el bono a un inversor que comprase ahora los títulos, la cifra se dispara.

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La gran rentabilidad no deriva tanto de los intereses anuales como de la gran diferencia entre lo que se paga ahora por el bono y lo que se recuperaría al vencimiento. Siempre, si Grecia pagase. Los títulos griegos cotizan a precios muy bajos precisamente porque los inversores dan por hecho que el Gobierno griego no los pagará íntegramente a su vencimiento. Los bonos griegos están cotizando con descuentos del 60% al 70% sobre su valor nominal, esto es, con teóricas quitas que superan el 50% que se negocia que admitan los bancos.

Lo que el mercado está descontando no es una quita voluntaria, como pretendía la Unión Europea, sino forzada u obligatoria para todos los tenedores de deuda. Si fuera realmente voluntaria (o incluso voluntaria a medias, esto es, aceptada a regañadientes por los bancos y aseguradoras a los que los Estados pueden presionar), habría espacio para que se aprovechasen de la situación fondos de alto riesgo o incluso particulares que, comprando bonos griegos, podrían obtener esas rentabilidades al desmarcarse del acuerdo. Pero no hay suficientes inversores que confíen en esa tesis de la voluntariedad, y menos después de que el propio rescate de Grecia haya sido puesto en duda por los planes, ahora en suspenso, de celebrar un referéndum.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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