_
_
_
_
Crónica:OSASUNA 3 - ZARAGOZA 0 | FÚTBOL | Novena jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Osasuna minimiza al Zaragoza

El cuadro navarro consigue con tres goles en media hora su primera victoria como local

Gorka R. Pérez

Muchos entrenadores desmerecen el saque de banda. Incluso demasiados árbitros hacen la vista gorda a la hora de controlar si se realizan según el reglamento. Ayer fue la excepción. Osasuna demostró que domina ese arte alejado de la burguesía del fútbol y remató a un Zaragoza que se deshinchó con demasiada rapidez.

A pesar de que la primera idea del saque de banda consiste en situar la pelota en el pie del compañero más cercano, el conjunto de José Luis Mendilibar demostró que es capaz de transformarlo en algo bastante más peligroso. Con dos saques de banda en media hora desatascó un partido igualado hasta el momento y que terminó cuesta abajo para el cuadro navarro.

Como si de un equipo inglés se tratase, el conjunto rojillo bombardeó el área con lanzamientos precisos a los que dio sentido Raúl García. El medio recogió una carambola aérea tras una perfecta cesión de Ibrahima, novedad tras la baja por lesión de Lamah, para batir por bajo a Roberto. En su llegada a Pamplona confesó que no se imaginaba de vuelta tan rápido, algo que, vistas sus últimas actuaciones, seguro que no comparten el club.

OSASUNA 3 - ZARAGOZA 0

Osasuna: A. Fernández; M. Bertrán, Sergio, Lolo, Raitala; Puñal, Nekounam; Ibrahima (Lekic, m. 79), Raúl García, Cejudo (Timor, m. 73); y Nino (Damiá, m. 86). No utilizados: Riesgo; Flaño, Calleja y Kike Sola.

Zaragoza: Roberto; Juárez, Mateos, Da Silva, Paredes (Micael, m. 46); Barrera (Juan Carlos, m. 56), Meira, Ponzio, Lafita (Lanzaro, m. 67), Luis García y Postiga. No utilizados: Leo Franco; Oriol, Zuculini y Ortí.

Goles: 1-0, M. 18. Raúl García. 2-0. M. 27. Nino. 3-0. M. 30. Nekounam.

Árbitro: J. González. Amonestó a Paredes, Juárez, Lafita, Lanzaro, Aguirre, Nekounam y Puñal.

18.500 espectadores en el Reyno de Navarra. El autobús del Zaragoza fue apedreado.

Hasta el momento el partido discurría con respeto entre dos equipos con mecanismos similares. Javier Aguirre mantuvo de nuevo a Meira por delante de la defensa con el objetivo de neutralizar la movilidad del rival. Osasuna carburaba de nuevo al ritmo de un recuperado Nekounam, que se mezclaba siempre con Cejudo, mientras los rivales deambulaban sin dirección. La falta de conexión entre su media y la delantera confundió el dibujo del equipo, que terminó sin saber muy bien cómo actuar. Tal era el desconcierto que, de nuevo tras un saque de banda, Marc Bertrán conectaba con Ibrahima, que cedía a Nino dentro del área para que fusilase con la pierna izquierda a Roberto.

El desnivel se hacía más que insalvable. Por primera vez en la temporada, Osasuna se gustaba en el espejo. Todo parecía fluir. Las ocasiones del Zaragoza morían lejos de la portería de Andrés Fernández y Nino seguía volviendo loca a la defensa visitante. Calma tensa que dirían algunos.

Tras un saque de falta llegaron las primeras chispas. Postiga quedaba tumbado en el suelo mientras Osasuna concluía con un certero remate de cabeza de Nekounam. Mendilibar nunca se ha escondido a la hora de decantarse por no lanzar fuera el balón en este tipo de situaciones. En realidad, no era más que un reflejo de lo que estaba sucediendo en el campo. A Osasuna no le bastaba con nada y al Zaragoza parecía sobrarle todo.

La falta de intensidad del equipo aragonés se transformó en desesperación y, por ende, en un aluvión de tarjetas. No se movió el resultado. La voluntad de Osasuna castigó con contundencia a un Zaragoza más que vulnerable y que nunca se encontró sentido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_