Una ventana al mundo musulmán
La Casa Árabe inaugura su sede andaluza en un edificio mudéjar de Córdoba
Justo donde en el siglo XIV se levantaba un complejo inmueble con elementos mudéjares, se encuentra la Casa Árabe de Córdoba, inaugurada ayer. El espacio, como buena vivienda de raíces musulmanas, pasa inadvertido desde el exterior. Al final de un callejón cerrado, conocido antiguamente como la calle del Tesorero, se abre una fachada austera con un gran portón. Dentro, un complejo de patios y construcciones, que se acaban de restaurar y acondicionar para dar servicios a esta institución, que busca el acercamiento con el pensamiento y la cultura del mundo árabe.
La apertura del centro coincide con uno de los momentos políticos más importantes que vive el mundo musulmán, especialmente de la cuenca mediterránea y de Oriente Próximo. Por eso, el recuerdo de la primavera árabe estuvo presente en los discursos inaugurales de todos. "Vivimos momentos de cambios que nadie podía imaginar", señaló la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. "Cada día hay un nuevo acontecimiento. Y desde España alentamos estos movimientos de cambio porque tienen como objetivo construir sociedades encaminadas a la democracia, los derechos humanos, las libertades y la vida en dignidad. Y la Casa Árabe puede jugar un papel fundamental", prosiguió la ministra.
El recinto acogerá el trabajo de los investigadores, así como exposiciones
La nueva sede se encuentra en un lugar, que en Córdoba siempre se ha conocido como la Casa Mudéjar. Para Gema Martín Muñoz, la directora de la institución, es "la culminación de un proyecto" que arrancó en 2006 con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores, la Junta, la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos de Córdoba y Madrid.
Según el historiador Samuel de los Santos Gener -uno de los arqueólogos pioneros en la Córdoba de principios del siglo XX-, la Casa Mudéjar fue fruto de la adición de cinco casas y cuatro patios. Es decir, un conglomerado de residencias enlazadas por galerías, pasadizos y escalinatas. La edificación se podría fechar en el siglo XIV, aunque la mayor parte de los restos actuales pertenecen a los siglos XV y XVI.
La restauración ha sido dirigida por la Gerencia Municipal de Urbanismo, impulsada por los anteriores alcaldes, Rosa Aguilar y Andrés Ocaña. El proyecto, dirigido por los arquitectos Rosa Lara y Rafael García Castejón, fue alabado ayer tanto por la ministra como por la directora de Casa Árabe.
La sede se eleva en una parcela de 950 metros cuadrados y cuenta con estancias que permiten las exposiciones, la investigación y la realización de una amplia gama de actos. El objetivo, señala Martín Muñoz, es trabajar en una comunicación "transcultural" que contribuya a conocer la realidad de esos países para "romper estereotipos, clichés y prejuicios". Algo que la directora considera fundamental "en un momento tan importante, donde toda la región árabe está en un proceso nuevo, de transformación y de cambio en búsqueda de la democratización".
