Málaga concluye la tramitación de su PGOU tras siete años de conflicto

Ya está. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga podrá por fin entrar ya en vigor tras un tortuoso periplo de tramitación que se ha prolongado siete años, una vez que el pleno municipal aprobó ayer el documento de subsanación de errores al que estaba condicionada su publicación en los boletines oficiales, y consiguientemente su eficacia. "Hemos podido superar muchas dificultades y obstáculos pero ahora lo importante es que tenemos ya una de las principales llaves para el desarrollo de la ciudad y que debe ser un foco de atracción de oportunidades", se congratuló el delegado de Urbanismo, Diego Maldonado.

En todo el recorrido histórico, el episodio de ayer no deja de ser por si mismo un mero trámite formal, pero de gran alcance por lo que supone. La Comisión de Ordenación del Territorio de Andalucía (Cotua) dio el visto bueno definitivo al PGOU de Málaga el pasado 20 de diciembre, aunque condicionado a la subsanación de una serie de errores materiales. Un mes después, el 21 de enero, la consejera de Obras Públicas firmó la orden de aprobación del plan, como le compete en los casos de las ciudades de más de 100.00 habitantes. Pero la publicación del documento, momento a partir del cual entra en vigor, quedó pendiente de que el Ayuntamiento introdujera las 59 correcciones. Pese a que, como reconoció Maldonado, "son cuestiones de defecto de forma y en ningún caso de fondo en la ordenación urbanística", el consistorio ha tardado siete meses en realizarlas, tiempo en el que trató de introducir 27 modificaciones que si suponían alteraciones de delimitaciones, normativa y edificabilidades, pero a las que finalmente ha desistido tras advertir la Junta de su ilegalidad.

El PSOE se abstuvo en el pleno pese a que en la comisión previa votó a favor

En el pleno de ayer, el PSOE hizo una pirueta pues se abstuvo cuando en la comisión informativa previa al pleno celebrada tres días antes votó a favor de las correcciones. La portavoz socialista, María Gámez, explicó el cambio de posición en que "estando de acuerdo con que hay que terminar el procedimiento y estando satisfechos con haber llegado al final y que por fin nos dotemos de un plan, queremos ir más allá en el pleno sobre lo que significa en el fondo". Gámez, quien recordó que el PSOE ya se abstuvo en las dos aprobaciones provisionales criticó que el PGOU porque propone "un modelo de desarrollo de ocupación máxima del territorio, sin suficientes espacios libres, no hace una apuesta por la VPO y limita las posibilidades de la ciudad".

Más sencilla fue la posición de IU, que mantuvo su rechazo a un plan con el que su portavoz, Pedro Moreno Brenes, insistió que discrepa "de manera absoluta" por considerarlo "contrario a los intereses públicos de la ciudad". Cuestionó que sólo se reserve a VPO el mínimo exigido por le ley, que se aumenten densidades de edificabilidad en detrimento de espacios libres, y aseguró que "el plan está anclado en el peor pasado de la ciudad" por el modelo de desarrollo y construcción que reproduce.