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ICV propone al Parlament erradicar las especies invasoras

El mosquito tigre, el mejillón cebra, el caracol manzana, la avispa asiática... Las especies invasoras presentes en Cataluña pueden sufrir un serio revés de la mano de ICV, partido que ha propuesto al Parlament una ley para reforzar la defensa de la fauna y flora autóctonas, especialmente amenazadas en el suelo catalán. La proposición de ley de la biodiversidad y el patrimonio natural, presentada por Dolors Camats y Joan Boada, se someterá a voto en el pleno para tratar de adaptar la protección ecológica a los criterios de la UE. Ello evitaría que en Cataluña se repitan plagas como la del caracol manzana, molusco de origen sudamericano que lleva tres años amenazando los arrozales y el equilibrio biológico del delta del Ebro, donde se concentran ya una veintena de animales invasores en plena expansión.

La propuesta pretende evitar la pérdida progresiva de biodiversidad en Cataluña, territorio afectado por el crecimiento progresivo de las especies invasoras que, en los humedales del Ebro y del Llobregat, han arrinconado prácticamente a la fauna autóctona. Para ello, ICV reclama catalogar las especies exóticas en función de su impacto en el medio ambiente y trazar un programa de gestión para poder erradicarlas.

Se trata de una propuesta inédita en el ámbito nacional que permitiría un mejor control de las especies presentes en Cataluña. "Hay un caos fomentado por el comercio fraudulento de animales exóticos que acaban generando graves daños no solo medioambientales, sino también económicos para ganaderos y agricultores", advierte el asesor en gestión forestal Xavier Ramírez.

Banco genético

La propuesta presentada por ICV también incluye blindar la riqueza biológica presente en Cataluña. Para ello establece la creación de un banco de material biológico y genético sobre las especies autóctonas y subespecies silvestres existentes en Cataluña.

Este registro garantizaría la conservación de las más de 3.500 especies autóctonas de plantas del territorio y se impulsa la protección de las razas ganaderas originadas en Cataluña, algunas de ellas en franca desaparición. La cabra catalana, por ejemplo, se dio por extinguida en 2005 pero el azar permitió que un ganadero de Lleida salvara la raza al conservar, sin saberlo, varios ejemplares de este animal entre su ganado.

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