Google se queda sin las 6.000 patentes de Nortel
Un consorcio de seis gigantes de Internet adquiere por 3.100 millones de euros los activos de la canadiense
Google se ha quedado con un palmo de nariz y sin el goloso paquete de patentes de Nortel. Un consorcio de empresas tecnológicas, entre las que destacan Apple, Microsoft, Sony y RIM, ha adquirido por unos 3.100 millones de euros las 6.000 patentes subastadas por la compañía canadiense, que se declaró en suspensión de pagos en 2009. Intel también pujó por ellas sin conseguir su objetivo. La adquisición aún debe ser aprobada por las autoridades de Canadá y Estados Unidos.
El buscador de Internet mostró su interés en abril por una subasta que debía resolverse el mes pasado, argumentando que la explosión de litigios por patentes estaba amenazando la innovación.
Sin embargo, Google ofreció calderilla -619 millones de euros- visto el resultado final de la puja. Nortel aseguró ayer en un comunicado que "el volumen de la transacción no tenía precedentes".
El paquete subastado también incluye patentes de sistemas de comunicación inalámbricos y orales, soluciones ópticas y semiconductores, así como de búsquedas en Internet y redes sociales. Parece paradójico que una compañía con semejantes activos haya terminado en suspensión de pagos.
Tanto interés de los gigantes tecnológicos se explica, en parte, porque entre los haberes de propiedad industrial de Nortel destacan las tecnologías de comunicación 4G y del estándar LTE, es decir, el lucrativo y competitivo negocio del móvil que ya domina Google con su sistema operativo Android.
La compañía que dirige Larry Page quería protegerse de demandas dada la relevancia que ha conseguido en poco tiempo en este negocio, porque la batalla se libra en las tiendas y en los tribunales. Microsoft, por ejemplo, le ha comunicado en varias ocasiones que Android vulnera su propiedad industrial aunque todavía no ha adoptado medidas legales. Apple sí le ha demandado, aunque indirectamente, al querellarse contra HTC. Al igual que Oracle, que le reclama 2.600 millones de dólares (1.790 millones de euros) por usar Java en Android.
La batalla se explica también entre dos modelos contrapuestos para la telefonía móvil: el abierto de Google y el propietario de Apple, Microsoft, Sony, Ericsson y RIM. "Ahora estas compañías integrarán la tecnología protegida por estas patentes en sus aparatos y programas propietarios", asegura Carles Comes, especialista en patentes de la firma barcelonesa ZBM Patents.
Algo es seguro: los principales fabricantes seguirán enzarzándose en pleitos cruzados en los tribunales.

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