El primer híbrido de Audi
La marca alemana estrena su tecnología más eficiente en el Q5 - Reúne dos motores, gasolina y eléctrico, y baterías de ion-litio - Llegará en octubre y tendrá un precio elevado: 57.400 euros
La industria del automóvil tiene margen para reducir los consumos y emisiones, pero las mejoras no saldrán gratis. El desarrollo de las mecánicas híbridas está exigiendo grandes inversiones que repercuten en el precio de los primeros modelos disponibles. El último ejemplo es el Q5 Hybrid Quattro, que llegará a España en octubre y costará 57.400 euros.
El Q5 Hybrid lleva un motor 2.0 TFSi de gasolina (211 CV) y otro eléctrico (54 CV) que rinden en total 245 CV, porque no entregan la potencia máxima a la vez. El motor eléctrico se alimenta con unas baterías de ion-litio que se recargan en marcha recuperando la energía que se produce al frenar y que en los coches convencionales se pierde. Y el apoyo del módulo eléctrico mejora las prestaciones y la eficiencia al aprovechar el combustible. Además, el nuevo Q5 incluye un botón que permite circular tres kilómetros a 60 km/h con las baterías, por ejemplo, para aparcar o circular en garajes y atascos sin contaminar. Y puede alcanzar 100 km/h en modo eléctrico.
El primer híbrido de Audi de gran serie aporta también la respuesta inmediata y la suavidad de los motores de gasolina, más agradables y refinados que los turbodiésel. La diferencia de emisiones de CO2 no resulta definitiva, pero es también más limpio, sobre todo en ciudad: apenas produce partículas ni óxidos de nitrógeno (NOX), la pega de los diésel. Y como lleva las baterías integradas en el hueco de la rueda de repuesto, conserva la habitabilidad y el maletero de los demás Q5.
Hasta aquí las ventajas del Hybrid. El problema es que cuesta casi 10.000 euros más que un Q5 con el mismo motor 2.0 TFSi de 211 CV (47.840). Gasta menos: 6,9 litros y emite 159 g/km de CO2 (8,6 y 199 en el Q5 normal). Y las prestaciones son similares: 7,1 segundos de 0 a 100 km/h y 225 km/h, frente a 7,2 y 222 km/h.
Según Audi, el módulo híbrido supone solo un desembolso de 5.000 euros más, pero la marca obliga a coger unos extras (llantas de 19 pulgadas, navegador, además de los gráficos de funcionamiento del sistema híbrido), lo que eleva la factura 9.600 euros. Y es que al final, el Q5 Hybrid ofrece casi lo mismo que un turbodiésel equivalente y es incluso más caro que un Q5 3.0 TDi Quattro de 240 CV (54.430), que alcanza la misma velocidad, acelera mejor (6,5 segundos) y gasta un poco más: 7,5 litros y 199 g/km de CO2.
Por eso, el Q5 Hybrid, como casi todos los híbridos de gasolina que están llegando, tiene poco sentido comercial en Europa. Están pensados para mercados sin tradición en diésel, como EE UU o China, pero son clave para desarrollar, ensayar y reducir los costes de las nuevas tecnologías limpias que se popularizarán en el futuro cercano.
Suavidad y poderío
El Q5 Hybrid se conduce como cualquier coche normal con cambio automático, aunque funciona diferente. Se arranca con un botón y como no hace ruido, solo se sabe que está en marcha cuando la aguja del reloj izquierdo del cuadro muestra la palabra ready. El primer impulso al acelerar lo aporta el motor eléctrico, que tiene más fuerza, y si se pisa poco el pedal el coche sigue moviéndose con las baterías, al menos hasta que la velocidad o la presión sobre el acelerador activan el motor de gasolina.
A partir de ahí responde con una suavidad exquisita, pero muestra también un poderío imponente cuando se le exige en carretera, porque tiene 245 CV, un cambio de ocho marchas muy rápido y tracción Quattro. Pero su eficiencia se aprecia y disfruta más en ciudad: entre el módulo híbrido y el Start&stop reducen al mínimo el trabajo del motor de gasolina y rebajan mucho el consumo. Y es muy agradable y relajante de conducir.
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