Tom Ford muestra las costuras de su vida privada
Un documental desvela sus depresiones e inseguridades
Reservado y elegante. Ese es el retrato más conocido de Tom Ford, el modisto metido a cineasta. A él le gusta mezclarlo todo y eso incluye su propia imagen. Por eso abre el próximo 24 de junio su vida al público en el documental Visionarios, que emite Oprah Winfrey en su nueva cadena televisiva. Ford ofrece en el documental un nuevo retrato de alguien considerado el enfant terrible de la moda, y que no hace ni dos años demostró a Hollywood que, contra todo pronóstico, no solo sabe vestir a las estrellas sino que sabe dirigirlas. "Los dos trabajos tienen mucho en común", confirma este artista de la moda, que financió de su propio bolsillo su debut cinematográfico, Un hombre soltero. La película, inspirada en una obra del autor Christopher Isherwood, reflejaba en diseño y tono el sentimiento de desesperación y soledad de un profesor homosexual que en la era de los sesenta pierde repentinamente a su compañero sentimental.
El documental que ahora se estrena demuestra que en Ford también existe un hombre que lucha contra la depresión, contra sus inseguridades e incluso con la superficialidad que llega a rodear el mundo de la moda. Alguien que se baña entre tres y cinco veces al día y que guarda las cartas escritas de puño y letra de su predecesor en el mundo de la moda, Yves Saint Laurent, aunque las misivas estaban llenas de insultos y amenazas.
En 1999 parte del sello de Yves Saint Laurent fue vendido a Gucci cuando Ford todavía trabajaba allí como director creativo. "En un principio me ofreció todo su apoyo", recuerda Ford en referencia al modisto francés que falleció de cáncer en 2008. Pero las cosas cambiaron con el tiempo, en continuo desacuerdo con lo que Ford hizo con su sello. "En 13 minutos de pasarela has destruido 40 años de carrera", le escribió en una ocasión en una de estas cartas que Ford atesora y que quizá, según dice, publique en sus memorias "cuando ya a nadie le importe". "Tu nombre es algo extraño porque representa todo lo que eres", confiesa el modisto, entendiendo a su modo el enfado de YSL al ver su nombre, y su sello, en manos ajenas. Ahora puede entenderle porque, como Ford asegura en el documental, ese fue también su mayor temor al crear su propio sello. "La idea de que uno pueda perder el control de su propio nombre y que se produzcan cosas con tu nombre de las que no estés orgulloso me asusta", confirma.
Afortunadamente, Ford asegura que a estas alturas no tiene por qué hacer nada por dinero. "Trabajo porque me encanta trabajar", resume. "Lo primero es tener una visión clara de lo que quieres. Es lo que importa, ¿Por qué si no querrá nadie ver tu película? ¿O por qué va a querer vestir una de tus chaquetas? Porque tienes algo que decir", concluye.
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