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La propuesta de CEOE aleja el pacto para reformar la negociación colectiva

La patronal propone una prórroga de seis meses en los convenios sin acuerdo

Manuel V. Gómez

Lo más difícil de las negociaciones es plasmar lo hablado en un texto. Con este obstáculo chocaron ayer los líderes de CEOE (Juan Rosell) y de UGT (Cándido Méndez) y CC OO (Ignacio Fernández Toxo) en la reunión que tuvieron en la que intercambiaron redacciones sobre lo hablado en los últimos cuatro meses para reformar los convenios. Los textos de una y otra parte, a los que ha tenido acceso este diario, muestran una gran distancia a menos de una semana para que concluya el plazo fijado por el Gobierno. En el caso de CEOE, la redacción revela incluso que su presidente, Juan Rosell, ha cedido en parte a la presión de una parte de la organización para endurecer su postura.

"Estaba casi todo pactado y ahora se desdicen de asuntos acordados", se lamenta Ramón Górriz, secretario de Acción Sindical de CC OO. "Esto demuestra que se nota la influencia del resultado de las elecciones locales y el influjo de CEIM [la patronal madrileña]", comenta Toni Ferrer, de UGT.

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La patronal, en cambio, piensa que los sindicatos se han envalentonado tras la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato del PSOE, al que ven más próximo a las tesis sindicales, y que han olvidado el compromiso de concreción alcanzado la semana pasada. Rosell, que apostaba fuerte por el pacto, piensa que "la situación es crítica" y que, probablemente, no habrá acuerdo y el Ejecutivo tendrá que legislar.

El principal choque radica en la prórroga automática de convenios, ahora indefinida, una vez finalizada su vigencia. Sindicatos y empresarios habían acordado que los convenios tasaran los plazos de negociación y vigencia si no hay pacto. También que, en caso de conflicto irresuelto, ambas partes acudieran a un mediador y un arbitraje obligatorio, aceptado previamente en el convenio.

El texto de la patronal, de 27 páginas, fija un plazo de vigencia del convenio de seis meses tras su finalización. Si fracasara la mediación y no hubiera un arbitraje obligatorio, el convenio decaería y prevalecería el pacto sectorial. Esta propuesta figuraba en el texto que CEIM publicó la semana pasada, donde marcaba su hoja de ruta de lo que debía ser la reforma de la negociación colectiva.

Sindicatos y CEOE también discrepan profundamente en flexibilidad interna. Los negociadores sindicales apuntan que se había llegado a un principio de acuerdo para que cualquier medida de modificación salarial, horario o de jornada se hiciera mediante pacto o a través de las comisiones paritarias (integradas por sindicatos y patronales).

La propuesta empresarial en este punto es concreta y distingue entre flexibilidad ordinaria (el empresario podrá distribuir de forma irregular el 20% de la jornada anual, unas 1.720 horas), extraordinaria temporal y la permanente. En el segundo caso, CEOE quiere que en caso de desacuerdo prevalezca la decisión empresarial, que tendrá que comunicarse con al menos dos días de antelación.

Las discrepancias alcanzan incluso al alcance de los convenios entre la plantilla. El texto de la patronal especifica que el convenio puede dejar fuera a los jefes de equipo; UGT y CC OO solo excluyen a la alta dirección.

Más allá de estas diferencias concretas, las hay también en el papel que se quiere atribuir a las diferentes instancias (comisiones paritarias, mediadores y árbitros) para desjudicializar los conflictos laborales. El papel sindical, de 23 páginas, da mucho más peso a las comisiones paritarias. En cambio, CEOE prefiere que el protagonismo recaiga en los arbitrajes.

El presidente del Gobierno y los agentes sociales, el pasado mes de febrero.
El presidente del Gobierno y los agentes sociales, el pasado mes de febrero.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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