Robo en la Ciudad Prohibida de Pekín
La policía se ve sorprendida por la osadía del ladrón, que se llevó piezas de oro
La Ciudad Prohibida, joya de la corona y paso obligado de todo turista que llega por primera vez a la capital china, ha sido objeto de un atrevido robo, que tiene a los responsables de seguridad del antiguo palacio imperial rascándose la cabeza por la osadía del ladrón. Un portavoz de la institución aseguró ayer que han desaparecido de una exposición temporal siete objetos hechos con oro y joyas, prestados por un museo privado de Hong Kong. Su valor se cifra en hasta 10 millones de yuanes (un millón de euros), según la prensa china, que afirma que el incidente se produjo el domingo pasado. Se trata del primer robo que sufre el lugar histórico en más de 20 años, según aseguró Feng Nai'en, uno de sus portavoces.
Una investigación reveló que faltaban nueve piezas de la muestra de objetos cedidos por el museo Liang Yi, que pertenecen al coleccionista de arte de Hong Kong Fung Yiu Fai. Todas son monederos de oro y polveras adornadas con piedras preciosas de estilo occidental de principios del siglo XX. Dos de los artículos fueron encontrados en las proximidades, con ligeros daños.
"Tenemos que investigar con cuidado y descubrir si podemos instalar sistemas de seguridad mejores, más modernos y más sofisticados", aseguró Feng, informa Associated Press. El funcionario añadió que se chequeará toda la Ciudad Prohibida para comprobar si faltan otras piezas. Ma Jige, subdirector del antiguo palacio de los emperadores, dijo que se sentía "culpable" y que lamentaba mucho lo ocurrido, y pidió disculpas públicas a los responsables del museo de Hong Kong. Estos aseguraron que aunque la exhibición ha sido temporalmente cerrada, reabrirá y se añadirán nuevos objetos.
La prensa china afirmó que la policía busca a un hombre de unos 27 años, sospechoso de haber llevado a cabo el latrocinio. Los agentes identificaron al posible culpable después de analizar las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia.
El ladrón se hizo con piezas de relativo poco valor y prestigio, en lugar de alguno de los tesoros mucho más conocidos, pero también mejor protegidos, con que cuenta la enorme colección palaciega, como delicados rollos de pinturas de tinta china.
El último robo registrado en la Ciudad Prohibida se produjo en 1987, por un hombre identificado como Xiang Dexiang, que, aunque fracasó en su intento, fue condenado a cadena perpetua, según el periódico Tiempos Globales, ligado al Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino. La publicación asegura que solo se han registrado cuatro robos en la Ciudad Prohibida entre 1949 (año de fundación de la República Popular China) y 1987.
Situado en el corazón de Pekín y hogar de 24 emperadores, el palacio imperial se construyó por la dinastía Ming, en 1406.
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