Trompeta en la ofrenda, dinero fácil

Resulta evidente: cuanto menos gaste mejor y si no se nota, ya ni te digo. Las comisiones falleras contratan a músicos sueltos a bajo precio para los actos de la semana de Fallas en vez de pactar con las bandas de la federación. Lógico, es más barato. El problema aparece cuando empiezan a tocar. Como los músicos que siguen a los falleros no alcanzan para formar una banda, el sonido se resiente y el repertorio ofrece menos posibilidades.

Esta misma semana, el presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV), Josep Francesc Almería, alertaba del deterioro de la música fallera. Pedía que las instituciones promovieran concursos y conciertos para enriquecer el repertorio y huir del pasodoble machacón y del éxito veraniego versión orquesta. "Nosotros ya lo hacemos", contestó ayer el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Felix Crespo. "Todos los años organizamos un concurso de pasodobles en mayo o junio y salen, por lo menos, dos nuevas piezas cada vez". Almería insistía en que además de los conciertos, se deberían editar las piezas nuevas y así difundirlas para que los músicos se familiarizaran. Crespo cree que los músicos "conocen otras piezas diferentes de Valencia en Fallas", pero que "se han acostumbrado a esta y ya está". "Nadie les obliga a interpretar las mismas piezas", prosigue, "y no podemos forzarles a que interpreten otras".

Sin regulación, al final, cada uno hace lo que puede. "Las comisiones pagan entre 30 y 50 euros por bolo", calcula Sergi Castillo, músico y exdirectivo del Ateneu Musical de Cocentaina. "Juntan a 10 ó 12 para tocar las tres, cuatro o cinco horas que dura el acto", explica. De esta manera, pueden interpretar pocas canciones, pues no hay instrumentos suficientes para tratar las piezas adecuadamente. "Y te digo una cosa", comenta Castillo, "no es raro que los músicos doblen actos para cobrar dos veces".

Total, que el del instrumento se lleva unos 350 euros por los cuatro días (600 o más si dobla) y las bandas no ven un euro. "Si fueran las bandas a tocar, el asunto de la calidad se cuidaría más", admite Castillo, "pero claro, dile a un estudiante que se saca unas pelas estos días que deje de ganarlas". En consecuencia, los músicos de las bandas le hacen la competencia a las propias bandas, lo que provoca, además, un deterioro progresivo en el repertorio musical de marchas callejeras como la ofrenda, cabalgata que ven miles de personas.

El Ayuntamiento descarta subvencionar los contratos de las fallas con los músicos, como ya hace con los monumentos, la iluminación o los 25 aniversarios. "Es la fiesta de las Fallas, no de la música", resume el concejal Crespo, "además, la situación económica no lo permite". Así que, por lo que parece, los músicos seguirán cobrando miserias y la banda sonora de la fiesta sucumbirá a la uniformidad. "En realidad, los falleros se lo pasan bien así", dice Castillo. "Los músicos ya tienen su experiencia y tocan rápido y fuerte, nada que ver con las bandas, que sacan a los chavales inexpertos, y los festeros disfrutan".

Pese a todo, la falta de dinero no parece un argumento definitivo para que las comisiones mantengan su actitud. "Las fallas siempre recortan la música primero. ¿Por qué no quitan dinero del monumento o de las barras libres?", lanza Castillo.