La Fuente de Neutrones tendrá tres laboratorios
Los equipamientos para investigación se sumarán al acelerador de protones
El proyecto de la sede española de la Fuente de Neutrones, que se ubicará en el campus de la Universidad del País Vasco (UPV) en Leioa, se encuentra mucho más avanzado de lo que a simple vista pudiera parecer. La excavación del túnel que albergará su acelerador de protones resulta lo más visible para el público, pero el medio centenar de científicos que trabaja en las instalaciones desde el mes de diciembre de 2009 ha realizado notables progresos y hay varias partes cuyo diseño se encuentra avanzado.
El túnel de hormigón, a 12 metros bajo tierra, medirá unos 100 metros de largo por cinco de ancho y otros cinco de altura. Antes de empezar las obras, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) debe dar su autorización, "como se hace con cualquier centro hospitalario", explica Javier Bermejo, director científico de la instalación y físico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la UPV.
El túnel en que irá el acelerador de protones estará a 12 metros bajo tierra
Uno de los equipos trabaja en oncología radioterápica experimental
Dentro del túnel, que estará listo en cuatro años, se ubicará la principal pieza del equipamiento, el acelerador de protones, que tiene un impacto radiológico mínimo. Varios de sus componentes ya están siendo construidos en las instalaciones del consorcio ESS Bilbao, impulsor de la Fuente, de Zamudio y Leioa. El lugar para la estructura subterránea tenía que reunir unas características muy concretas, empezando por un suelo muy seco para evitar cualquier contacto con el agua.
Junto a ello, el equipamiento dispondrá de tres laboratorios. El primero, también soterrado, se situará al mismo nivel que el acelerador. Estructurará su labor en torno a la fusión nuclear. La energía del sol y de las estrellas deriva de la fusión nuclear y esta es precisamente la idea, crear "pequeños soles", como los califica Bermejo, en la Tierra para obtener una nueva forma de energía limpia e inagotable.
De los otros dos laboratorios de primera fila previstos, ya en superficie, el primero albergará un blanco de neutrones a baja energía, lo que permitiría "testar instrumentación disponible desde hace 15 años y que hasta ahora no se ha podido probar", señala Bermejo. Científicos especializados en astrofísica de partículas podrían obtener gracias a esta instalación datos básicos sobre varios materiales.
Y en tercer lugar habrá un centro de trabajo que tratará tejidos de pequeños animales para trabajar en torno a la llamada oncología radioterápica experimental. La idea en este caso es estudiar al detalle los efectos que experimentan los tejidos o las células tumorales combinando la radiación y la quimioterapia. Este último equipo lo encabeza la física de la UPV Estefanía Abad. Entre los componentes del acelerador que ya se encuentran en desarrollo figuran 130 piezas semiesféricas que se están elaborando en colaboración con la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) que servirán para acelerar y focalizar los haces de protones.
Uno de los últimos y más relevantes hallazgos ya palpables de los científicos que trabajan en el proyecto de la Fuente de Neutrones española es la obtención del plasma de hidrógeno. El equipamiento de Leioa contará, como pieza principal, con un acelerador de protones. Un equipo de cuatro científicos, encabezado por el físico Daniel Cortázar, ha logrado obtener dicho plasma, imprescindible para poder trabajar en el acelerador. El reto ahora es conseguir un plasma de alta estabilidad y pureza y acelerarlo.
Los haces de protones resultan aplicables en campos como la bioquímica, la biomedicina o la bioingeniería. En concreto, permiten conocer el estado de las moléculas de ADN.
El siguiente paso será, a largo plazo, estrellar esos haces contra blancos metálicos para obtener neutrones, el objetivo final del proyecto. Gracias a ellos se pueden realizar precisas radiografías de materiales que requieren revisiones milimétricas, como es el caso de las soldaduras de alas de los Airbus.
En otro orden también servirá, por ejemplo, para datar antigüedades con gran precisión. La Fuente de Neutrones por Espalación que el centro científico británico ISIS tiene en el laboratorio Rutherford Appleton, en Oxford, popularizó esta última capacidad del equipamiento gracias al casco de Pericles. Tras analizar la parte protectora de la nariz de un casco que se consideraba el del político y estratega ateniense del siglo V a.C., se descubrió que era una pieza de reciente creación.
Los avances en la sede vizcaína dejan muy atrás al proyecto sueco de Lund y han permitido que ambas tengan ahora el mismo estatus oficial, según la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia. La Fuente de Lund, inmersa en una fase de investigación previa que se prolongará hasta el año próximo, no empezará a funcionar parcialmente hasta 2019 y no lo hará por completo hasta 2025, cuatro años después de que la primera parte del acelerador de protones vizcaíno se halle en funcionamiento.
Así las cosas, el proyecto español, coordinado por el consorcio ESS Bilbao, integrado por el Gobierno vasco y el Ministerio de Ciencia, ganará terreno al disponer de financiación concreta, frente al elevado coste del proyecto de Lund, que previsiblemente sobrepasará al final los 2.000 millones de euros, según consideran diversas fuentes del entorno científico. Es probable que obtener ayudas económicas para poder completar el proyecto sueco resultará dificultoso, lo que podría retrasar aún más el arranque de sus obras.
El antecedente de Oxford
El lehendakari, Patxi López, viaja hoy a Londres, donde tiene previsto inaugurar un ciclo de conferencias organizado por la London School of Economics con una ponencia titulada Socialdemocracia. Siglo XXI. Mañana, López y la consejera de Educación, Isabel Celaá, visitarán en Oxford la Fuente de Espalación de Neutrones del centro científico ISIS para conocer de cerca este proyecto, que cuenta con una importante participación de empresas vascas.
Durante los últimos años, se han desarrollado dos relevantes acuerdos de colaboración entre ISIS, única Fuente pulsada actualmente en servicio en Europa y verdadera predecesora de la futura ESS, y el consorcio bilbaíno. El Ministerio de Ciencia e Innovación y el Gobierno vasco han auspiciado esa colaboración. El acuerdo entre el ministerio y el centro científico británico incluye la dotación de equipamientos y de servicios de alto valor añadido a cambio de la posibilidad de que científicos y profesionales elegidos por instituciones españolas puedan acceder allí a la realización de experimentos.
ESS-Bilbao mantiene un acuerdo de colaboración basado fundamentalmente en cuestiones de transferencia de tecnología en torno al desarrollo y puesta a punto de instrumentación avanzada. Aunque este tipo de acuerdos pasan generalmente desapercibidos, resultan de capital importancia para la mejora de la competitividad industrial.
El centro ISIS es todo un referente que todavía hoy, cinco años después de que se completase la construcción de las fuentes americana y japonesa, mantiene el liderazgo mundial en la producción de ciencia y tecnología en instalaciones de su clase. Durante los últimos 25 años, ISIS ha desarrollado tecnología de primera línea en el campo de la producción neutrónica por espalación.
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