Nokia y Microsoft salen juntos a la caza de Apple y Android
El fabricante finlandés incorporará Windows Phone 7 a sus teléfonos
El nuevo patrón de Nokia, Stephen Elop, había dicho que el fabricante finlandés de teléfonos estaba encima de una plataforma en llamas y no tenía otra salida que saltar a las aguas frías del océano. Y ha escogido zambullirse con Microsoft. Las dos compañías anunciaron ayer una alianza por la que Nokia incorporará el sistema operativo de Microsoft, Windows Phone 7, a sus teléfonos y empleará la plataforma comercial de Microsoft para las aplicaciones. Microsoft podrá aprovechar el sistema de compra de servicios a través de la factura telefónica implantado por Nokia en los países pobres, donde las tarjetas de crédito escasean. A su vez, la compañía estadounidense aprovechará la tecnología de mapas desarrollada por Nokia.
Ambas compañías deben animar su mercado de aplicaciones
Nokia asegura que no abandona el sistema operativo Symbian
Elop y Steve Ballmer, patrón de Microsoft, describieron el pacto como un esfuerzo para crear un potente ecosistema en el mercado de los móviles inteligentes que compita con Apple y Android, el sistema operativo de Google, que les llevan una tremenda delantera. Nokia aportará teléfonos y Microsoft, software. El acuerdo no supone el abandono por parte de Nokia de Symbian, su sistema operativo, porque la alianza no impone el uso exclusivo de Windows. Nokia afirma que espera vender 150 millones de teléfonos con Symbian en los próximos años. Menos suerte va a tener MeGoo, el sistema operativo que Nokia estaba desarrollando con Intel, y de cuyo retraso se había quejado Elop. MeGoo quedará como una herramienta para explorar "más a largo plazo" las posibilidades de futuros dispositivos.
Una de las primeras preocupaciones que ha despertado el anuncio es el papel de la sede finlandesa de Nokia. Ayer Elop, antiguo alto cargo de Microsoft, aseguró que por encima de todo Nokia es una empresa finlandesa y "nos quedaremos en casa". Eso sí, dado que lo mejor que puede hacer Nokia por su país es "sobrevivir", tendrá que reducir gastos operativos y ello supondrá una reducción de su plantilla.
Lluís Altés, director general de la consultora IDC Ibérica, considera positiva la decisión de Nokia. El único reproche que hace es que parezca que excluyan de la carrera mundial de la telefonía móvil a otras marcas que no sean Apple o Android. Olvidan, por ejemplo, a RIM, el fabricante de BlackBerry, que tras conseguir una notable presencia en el mercado empresarial ha sabido entrar en el consumo juvenil. Altés considera que Nokia tenía que reaccionar. "No hay liderazgos perennes". Para Altés, el acuerdo tendrá una proyección más allá de los teléfonos. Otra asignatura pendiente de ambas compañías son las tabletas y su perfil les permitirá trabajar en horizontes como la integración con los ordenadores domésticos, la incipiente fusión entre Internet y televisión y el uso de los móviles para los videojuegos.
El problema tanto de Nokia como de Microsoft no es solo pujar por el liderazgo de los teléfonos y el sistema operativo sino conseguir que sus clientes entren en el creciente consumo de las aplicaciones. Según datos para España de Worldpanel ComTech, solo un 5% de los usuarios de teléfonos inteligentes de Nokia y un 3% de Windows Phone se ha descargado una aplicación en los últimos tres meses. Por el contrario, lo han hecho el 48% de los clientes de Android o el 44% de los propietarios de un iPhone.
En vigilias del anuncio, algunos analistas internacionales advirtieron de que la ventaja de Android sobre Windows Phone es sólida y que quizás convenía a Nokia una alianza con Google. Otros replicaban que ya hay muchos fabricantes detrás de Android, lo que oscurecería el intento de Nokia de ofrecer una alternativa más singular. Windows Phone le ayudará en el mercado de Estados Unidos. Con todo, ayer las Bolsas penalizaron la maniobra de Nokia.
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