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La reestructuración financiera

La Caixa saca a Bolsa todo su negocio financiero a través de CaixaBank

La caja da a Criteria su negocio bancario a cambio de parte de su cartera industrial - La entidad emitirá bonos por 1.500 millones de euros para elevar su solvencia

Lluís Pellicer
EL PAÍS

La Caixa ha decidido no esperar más y abrió ayer la senda que prevén recorrer varias cajas de ahorros españolas. El Consejo de Administración de la entidad que preside Isidro Fainé acordó ayer por la tarde traspasar su negocio financiero a su filial de participaciones Criteria, que pasará a ser un banco cotizado con el nombre de CaixaBank. La Caixa controlará el 81,1% del capital del nuevo banco a través de una compleja operación que prevé culminar antes del próximo mes de agosto. Según informó ayer la primera caja catalana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta nueva entidad tendrá un valor contable de 20.600 millones. CaixaBank prevé realizar una emisión de bonos convertibles entre clientes de La Caixa para reforzar su solvencia. Tras ello, contará con un capital básico del 10,9%, de sus activos, la solvencia más alta entre los grandes grupos financieros españoles.

La Caixa continuará siendo una caja y controlará el 81,1% del nuevo banco
Criteria pasará a ser CaixaBank y seguirá cotizando en Bolsa como hasta ahora
Una nueva sociedad no cotizada tendrá el grueso de la cartera industrial
Fainé presidirá la nueva entidad y Nin será su consejero delegado
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La Caixa llevaba desde después de verano barruntando la fórmula para afrontar los requerimientos internacionales que impone la nueva normativa internacional (Basilea III) de modo progresivo hasta 2019. La solución pasaba por ganar tamaño y captar recursos de los mercados financieros, lo que suponía su transformación en un banco. El sector daba por hecho durante toda la semana que se produciría ayer. Y así fue. La entidad que dirige Juan María Nin no ha esperado al decreto que debe aprobar el Gobierno central en Consejo de Ministros para facilitar la recapitalización del sistema financiero y ayer los consejos de La Caixa y Criteria aprobaron la reestructuración del grupo.

La reorganización dibuja una estructura controlada por La Caixa, que mantendrá la forma jurídica de caja de ahorros, pero su actividad bancaria la traspasará a Criteria, su actual holding de participadas, que cambiará de nombre y se llamará CaixaBank. En esta primera entidad, además de la actividad financiera nacional, se agruparán las participaciones que ostenta en los bancos extranjeros Erste Bank, Inbursa, Bank of East Asia, Banco Portugués de Inversiones y Boursorama y el negocio asegurador. Hace dos semanas, precisamente, Criteria vendió la mitad de sus seguros de no vida a Mutua Madrileña.

Este conglomerado -cuyo presidente será Fainé y que tendrá a Nin como consejero delegado- conservará, además, la participación del 13% en Repsol y la del 5,04% en Telefónica. CaixaBank será una compañía cotizada que de entrada estará controlada por La Caixa en un 81,1%; el 18,5% estará en manos de los actuales minoritarios de Criteria, y el 0,4% se repartirá entre los trabajadores de la entidad. Según explicó la entidad, esa proporción del 81,1% le dará la "flexibilidad" necesaria para "dar entrada a nuevos inversores en CaixaBank" sin perder su control.

La segunda pata de la nueva estructura de La Caixa consiste en una nueva entidad, que no cotizará en Bolsa, y que concentrará la actividad inmobiliaria -Servihabitat y las participaciones en Colonial y Metrovacesa- y el resto de la cartera industrial que ahora tenía Criteria, compuesta por el 35,69% de Gas Natural Fenosa, el 24,61% de Abertis, el 24,03% de Agbar, Port Aventura y Mediterránea. La segregación de este paquete en esta nueva estructura permite a La Caixa evitar la penalización que impone Basilea III a las participaciones industriales de las entidades financieras. Esta nueva sociedad estará controlada al 100% por La Caixa y tiene un valor contable de 10.100 millones de euros. Al concentrar las participaciones y empresas inmobiliarias de La Caixa, la entidad bancaria contará con la ventaja de nacer sin activos inmobiliarios, un lastre para buena parte del sector financiero.

La tercera pata la conforma la Obra Social de La Caixa, para la cual el grupo prevé mantener el "nivel de recursos" que ya le destina, tal y como le reclamaron enseguida los sindicatos. Según La Caixa, la nueva estructura garantiza la "sostenibilidad" y el "crecimiento" de la obra social durante la actual crisis y a largo plazo.

Toda esta transformación requerirá de una compleja operación financiera que empezará por la segregación del negocio bancario de La Caixa, valorado en 9.480 millones, a favor de Microbank, una filial de la entidad dedicada a dar microcréditos. A continuación, La Caixa entregará a Criteria las acciones de Microbank a cambio de las participaciones del holding en Gas Natural, Abertis, Agbar, Port Aventura y Mediterránea, que en conjunto están valoradas por 7.471 millones de euros, según el precio medio de cotización del mes pasado. Como en este canje hay una diferencia de 2.009 millones de euros, Criteria deberá emitir una ampliación de capital por ese valor. Esas nuevas acciones son las que elevarán la participación de La Caixa al 81,1% de Criteria.

Tras esta operación, Criteria se fusionará con Microbank y se convertirá en CaixaBank, cuyas acciones seguirán cotizando en Bolsa. Por su parte, La Caixa traspasará a la nueva entidad no cotizada todas las participaciones que le permuta Criteria y, además, las sociedades inmobiliarias, que desde el comienzo tenía en su haber. Criteria consitituyó ayer, según informó a la CNMV, una comisión de consejeros independientes para asegurar que la permuta se efectúa de forma adecuada y conforme a las valoraciones acordadas.

El siguiente paso consistirá en una emisión de bonos convertibles por parte de CaixaBank que ascenderá a 1.500 millones de euros y que se distribuirán a través de su red de oficinas. Los empleados de La Caixa recibirán acciones por un importe del 0,4% del capital, aunque los términos de esa entrega todavía deben ser acordados. La nueva CaixaBank mantendrá la política de remuneración de sus accionistas y pagará un dividendo recurrente mínimo de 0,231 euros por acción con cargo a 2010. Según informó La Caixa a la CNMV, en el futuro esta política será "similar", aunque se estudia pagar el dividendo en acciones.

La dirección de La Caixa presentó ayer el proyecto al Consejo de Administración, junto al Plan Estratégico 2011-2014, que pasa por reforzar su negocio de banca minorista, diversificar su actividad, crecer fuera de las fronteras de España y mejorar la rentabilidad de la entidad.

La nueva entidad financiera nacerá con una red de 5.409 oficinas, una tasa de morosidad del 3,71% y una cobertura del 70%. El beneficio neto de CaixaBank en los nueve primeros meses de 2010 hubiera sido de 1.192 millones y, según la caja, se situaría en la posición número 10 de la zona euro y el 18 de la Unión Europea por capitalización bursátil.

La primera entidad financiera catalana resaltó sobre todo su capital básico o core capital, del 10,9%, que de entrada estará muy por encima del 8% exigido por la ministra Salgado y también del resto de grupos bancarios. La solvencia está calculada a partir de los criterios de Basilea II, la actual normativa. Sin embargo, a partir del 31 de diciembre de 2012, un año antes de que empiece el periodo transitorio de Basilea III, la caja prevé que el ratio de solvencia, recalculado ya con los nuevos criterios del comité de supervisión bancaria, esté igualmente por encima del 8%.

El próximo 24 de febrero, cuando se hayan realizado las due dilligence de rigor, se celebrarán consejos de administración de La Caixa, Criteria y Microbank que aprobarán los términos definitivos de la operación. Posteriormente, según la entidad, se convocará la asamblea general de La Caixa y la junta general de accionistas Criteria, que deberán probar definitivamente la operación a la que ayer se dio luz verde. La caja estima que toda la operación culminará en agosto de 2011.

El grupo La Caixa sumaba a cierre de 2010 unos activos de 285.724 millones; 10,5 millones de clientes y 28.651 empleados. La entidad presentará hoy los resultados del año pasado. Hasta septiembre ganó 1.228 millones.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.
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