Ricky gervais, el último bocazas

Ricky Gervais no volverá a presentar los Globos de Oro. Así lo anunció ayer un miembro de la Hollywood Foreign Press Association (HFPA), organizadora de estos galardones. "Fue demasiado lejos en sus bromas y algunos representantes de actores llamaron para quejarse", explicó un portavoz. Para el actor, humorista y guionista británico no ha sido una sorpresa ser declarado persona non grata en los Globos; antes de que diera comienzo la gala ya vaticinó: "Cuando oigan el guión todo el mundo se dará cuenta de que será mi última actuación". En su blog apostilla que esa noche muchos aludidos le felicitaron tras la entrega de premios y se tomó copas con ellos.

De Gervais se habla desde el lunes en medio mundo, pero su futuro profesional se presenta complicado ya que en EE UU se le han cerrado muchas puertas y, además, se fue dando un portazo de Reino Unido porque quería triunfar lejos de su país.

Hay presentadores de galas aficionados a las bromas, a las imitaciones, pero ha sido Gervais quien ha traspasado, según la industria del cine estadounidense, la frontera entre lo correcto y lo incorrecto. Y es que él está además habituado a practicar un corrosivo humor, habitual en Reino Unido.

La ceremonia de los Oscar suele ser, en cambio, muy formal, pero Whoopi Goldberg se atrevió a criticar abiertamente la política del presidente Bush. En 1988, el comediante Chevy Chase ya enfadó a las estrellas al presentar los Oscar con un largo monólogo que comenzó con las palabras: "Buenas noches a la falsa comunidad de Hollywood". El comediante afroamericano Chris Rock no volvió a la ceremonia de los Oscar después de su espectáculo de 2004, en el que se burló de diversos asistentes: "Clint Eastwood es una estrella, ¿de acuerdo? Tobey Maguire es solo un chaval en mallas". Luego añadió, en referencia a películas estrenadas aquel año: "¿Quieres a Tom Cruise y lo único que consigues es a Jude Law?".

En España, en 2003, Animalario presentó la gala de los Goya más polémica por su crítica a la guerra de Irak, posición que contó con la complicidad de la mayoría de los premiados en la ceremonia. Aunque el presentador más lanzado de estos premios fue José Corbacho, que en los Goya de 2008 parodió cruelmente a Isabel Coixet en sus narices y llamó Belén Esteban a Belén Rueda antes de acabar disparando hacia el público y diciendo: "¡Ahí va, les he dado a cinco académicos y a Carlos Boyero! Lo siento por los cinco académicos". Ayer Corbacho lo recordaba: "Porque teníamos una cosa entre él y yo...". Para el humorista, "si contratas a Gervais, ¿qué te esperas? Y es más cañero en el teatro". Corbacho reflexiona: "Siempre pienso en esta frase: 'Prefiero pedir perdón que pedir permiso'. En cualquier caso, los protagonistas son los premiados y tú intentas compensar esa liturgia con humor. Uno se la juega -yo soy muy inconsciente- y a veces aciertas y otras no". En Hollywood, Gervais apostó y perdió.