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Funcionarios de Justicia del País Vasco ensayan el teletrabajo

Una treintena de empleados participa en un proyecto piloto durante cuatro meses

Raquel Seco

Álex Rodríguez se levantó temprano ayer por la mañana y se preparó para otro lunes de trabajo. Se ahorró, sin embargo, las dos horas que solía gastar en desplazamientos entre Llodio y el Departamento de Justicia del Gobierno vasco en Vitoria. Se unió al proyecto de teletrabajo para funcionarios que comenzó ayer porque le agrada la idea de tener "un poco más de tiempo" para sí mismo. A él le tocó centralizar las incidencias de los teletrabajadores y también atender a los medios.

Álex es uno de los primeros en incorporarse al programa piloto de teletrabajo al que 29 funcionarios del Departamento de Justicia se unirán de forma escalonada hasta el día 31 de enero. Durante cuatro meses trabajarán en casa tres días por semana. Se conectarán a Internet con una línea distinta de la doméstica, por motivos de seguridad, y podrán disponer de móvil y portátil de empresa si lo desean. Lo de trabajar en traje o de andar por casa ya queda a elección del empleado, claro.

La clave de la iniciativa está en la "confianza", según los promotores de la misma. El viceconsejero de Función Pública del Gobierno Vasco, Juan Carlos Ramos, admite que puede haber "cierta controversia" al pensar que los empleados públicos tienen así más oportunidades para escaquearse, pero asegura que "no hay nada más lejos de la realidad". Afirma que esta será una oportunidad para mejorar la productividad de los funcionarios, ya que "la gente va a estar más satisfecha".

Estos conejillos de indias, como Álex, son voluntarios. Justicia ha buscado determinados perfiles: traductores, empleados del área de asesoría jurídica, trabajadores que elaboran informes y análisis o diseñadores web. No pudieron presentarse, entre otros, los jefes de servicio y las personas encargadas de la atención al ciudadano. ¿Qué características había que reunir para participar en este experimento? La directora del Instituto Vasco de Administración Pública, Encar Echazarra, señala que se priorizaron factores como la conciliación familiar (personas con hijos o a cargo de personas mayores), la salud laboral (trabajadores con problemas de movilidad), la lejanía del puesto de trabajo, la disponibilidad de quienes estudian posgrados y cursos relacionados con su puesto, y el estado de las telecomunicaciones.

El proyecto no es exactamente una alternativa al trabajo presencial. Justicia quiere que el trabajo a distancia sea una opción temporal que dure, por ejemplo, seis u ocho meses, periodos "no tan largos que alteren los hábitos" del trabajador, puntualiza Echazarra.

En Castilla y León ya tienen experiencia. Durante seis meses, entre febrero y agosto de 2010, 99 trabajadores participaron en un programa experimental. La Junta ha evaluado los resultados y a partir de marzo regulará esta modalidad de trabajo como decreto.

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Sobre la firma

Raquel Seco
Periodista en EL PAÍS desde 2011, trabaja en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro. Antes editó en el suplemento IDEAS, coordinó el equipo de redes sociales del diario y la redacción 'online' de Brasil y trabajó en la redacción de México.
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