Fiebre por las aplicaciones

Si lo único que diferenciaba nuestras carpetas de instituto eran las fotos con las que las decorábamos, con los móviles esta función la cumplen las aplicaciones. A pesar de la juventud del mercado, ya hay clásicos como Hipstamatic, para haces fotos con aspecto vintage, o Viber, para llamar gratis. Pero también existen una gran cantidad de rarezas dentro del catálogo de 300.000 aplicaciones en la App Store de iPhone o el de las 200.000 de Android Market. Hacen nuestra vida más fácil, o al menos, más divertida. El nivel de utilidad varía. Esta es una selección.

WEFI (Android. Gratuita). Las tarifas roaming de las conexiones 3G son un robo parecido al del minibar de la habitación de un hotel. El equivalente a subirse de tapadillo una cerveza a la alcoba es utilizar los miles de puntos de conexión wifi gratuitos de todo el mundo. Y para encontrarlos, nada mejor que Wefi, que los detecta allá donde estés.

SLEEP CYCLE (iPhone. 0,79 euros). Estudia nuestros ciclos de sueño, y nos despierta en el momento adecuado, para poder sentirnos más descansados por la mañana. Para usarla, hay que colocar el teléfono debajo de la colcha. Gracias al acelerómetro del terminal, capta nuestros movimientos y los interpreta en gráficos como ciclos de sueño. Ideal para dormir borracheras con inteligencia o para recuperarse mejor del jet lag.

WIKIHOOD (Android, iPhone. Gratuita). Gracias al GPS de los teléfonos, muestra artículos de Wikipedia sobre hechos y lugares en donde nos encontremos. En España es un poco soso (enlaces de los museos, hechos históricos), pero en EE UU muestra curiosidades, como el instituto donde estudió David Hasselhoff y demás chorradas, además de lo importante.

DROP BOX(Android, iPhone. Gratuita). La favorita de los geeks. Sirve para poder almacenar archivos en nube y poder disfrutarlos en cualquier aparato que tenga instalado la aplicación. Para trasladar archivos de música o texto, de un ordenador a un teléfono, sin utilizar ningún cable o sistema de almacenamiento físico. La versión gratis permite guardar hasta 2 Gb de datos. Las de pago, hasta 100 Gb por 14 euros.

HEY TELL (Android, iPhone. Gratuita). Convierte el móvil en un walkie talkie. Dos propósitos: ahorrar en la factura, ya que funciona a través de la conexión de Internet del móvil, y satisfacer pulsiones infantiles. Para iPhone también existe una similar llamada iPTT (gratuita) que incluso permite hablar por un canal público, con varios amigos a la vez. Perfecta para comunicarse en un festival o de juerga.

MY MAGIC 8 BALL (Android. Gratuita). Un gurú de bolsillo. Le haces una pregunta, lo agitas y te da una respuesta tipo "sin duda" o "piénsalo mejor". iPhone tiene una versión evolucionada, Fortune Teller, también gratuita, en la que puedes personalizar las respuestas. ¿Seré rico? ¿Será un timo? Para deshojar la margarita en el siglo XXI.

I AM RICH LE (iPhone, 0,79 euros). Cuando se lanzó, en 2008, su precio era el máximo permitido: 799 euros. Solo duró unas horas, suficiente para que ocho personas la compraran, dos de ellas por error. No sirve para nada. Solo para tener un icono en el iPhone que dice "soy rico". Según su autor, la intención era la de crear una obra de arte posmoderna.

PLANE FINDER AR(iPhone. 2,39 euros). Si te preguntas hacia dónde van los aviones que vuelan sobre ti, esta aplicación de realidad aumentada es la solución. Apuntas con la cámara del móvil, e informa del destino, modelo y altitud. En España solo reconoce algunos aviones, pero sus creadores aseguran que en unos meses podrá identificarlos todos.

MIDI TO (iPad. 3,99 euros). Quien haya estado de fiesta en Ibiza el pasado verano habrá podido comprobar que, junto a los clásicos cacharros de los pinchadiscos, se encontraba un nuevo aparato: el iPad. Gracias a esta aplicación creada en España, se puede mezclar y añadir efectos para crear una sesión de música. ¿Se puede ser más molón?

FAKE CALL ME (Android. 0,79 euros). Para escabullirse de momentos incómodos. Gracias a ella, se puede recibir una llamada de teléfono falsa a la hora que se desee. Se puede programar la hora de la llamada, e incluso, grabar un mensaje para que lo reproduzca y que la situación parezca real. Deus Ex Machina para la estresante vida moderna.