La rebeldía en los tiempos de Bershka

Unas niñas bien de algún barrio alto de Barcelona se dan cuenta de que en la España en crisis todo está fatal, en casa, en el insti, en la bolera, y deciden montar un grupo de amigas con el que matar el aburrimiento crónico circundante. Y hasta aquí se puede leer. Porque es secreto y porque lo que se puede leer está en su blog. En una bitácora virtual que hace de Internet el no-espacio perfecto para redefinir la relación entre el yo y la otredad, la feminidad en tiempos del Bershka y, sobre todo, la amistad con enlaces a redes sociales.

Blog es la ópera prima de Elena Trapé. Una cinta que, vía el preciosismo pijo de Sofia Coppola en Las vírgenes suicidas, se mete de lleno en el strip-tease emocional al estilo de Tarnation, el documental donde Jonathan Caouette retrató su crecimiento bajo el manto de una madre esquizofrénica a través de fotos, filmaciones en súper 8, mensajes de contestador, videodiarios... En este Blog hay webcams, mensajería instantánea y grabaciones en alta definición al servicio de la exhibición travestida de introspección. Aunque eso es precisamente lo menos interesante, por lugar común, por déjà vu, por coartada 2.0 de una película independiente recibida entre aplausos en el pasado Festival de San Sebastián.

Si el cine catalán actual transita entre el clasicismo más rentable golpeando en la taquilla con previsibles propuestas de género (Los ojos de Julia, Bruc o El cónsul de Sodòma), educados ejercicios de caligrafía indie (Tres días con la familia, Héroes o Trash) y órdagos experimentales aptos para festivales (la factoría Eddie Saeta o la filmografía de Albert Serra), este Blog se erigiría como la alternativa a esos patrones de probada rentabilidad. Una película bisagra que no esconde en ningún momento su voluntad de conectar con el espectador vía ocular o vascular, pero que tampoco desdeña ese tic barcelonés de dar un empaque formal diferente a todo lo que exporta. ¿El resultado? "Queríamos retratar un estado emocional", comenta Elena Trapé, su joven realizadora, "ese anhelo de querer que ocurra algo".

Y el medio escogido entre píxels, nicks y emoticonos no es otro que las personas. En una película, y una sociedad, marcada por lo virtual se agradece la apuesta de la directora por un grupo de actrices no profesionales que dotan a esta producción de un inusitado calor humano a pesar de las costuras (¿imposturas?) de su propuesta formal. Nombres como Candela Antón, Anna Castillo, Lidia Torrent o Alada Vila no le tendrían que decir nada, pero después de ver esta película podrían ser los avatares perfectos para ese tipo de película que nos cae bien a pesar de todos sus defectos. Y eso, en la web, en el mundo de Sofia Coppola o en las contorsiones del strip-tease emocional, se llama amor.

Blog se estrena el 21 de enero.