Testigos de la defensa apoyan al ex alcalde de Porriño
El juicio contra el ex alcalde de Porriño José Manuel Barros continuó ayer en el juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra con la declaración de varios testigos propuestos por la defensa. El tono de los testimonios fue mucho más benévolo que la víspera con el ex regidor del PP, al que la fiscalía acusa de acosar sexualmente a su antigua secretaria, Isabel Penedo, y de prevaricar para perjudicarla laboralmente.
Unos 20 antiguos trabajadores municipales, desde el chófer personal de Barros a ex ediles del Ayuntamiento, pasando por administrativos contratados antes y después de la salida de Penedo de la secretaría, desfilaron sucesivamente ante la juez. El abogado defensor les interrogó para refutar la acusación del aislamiento al que fue sometida la funcionaria tras negarse, según su declaración, a acceder a los requerimientos sexuales del ex alcalde.
La mayoría de los comparecientes negaron tener constancia del conflicto entre Penedo y Barros, y restaron importancia a las acusaciones de aislamiento. Uno de ellos, sargento de la policía local en la época, argumentó que el armario colocado específicamente junto al escritorio de la denunciante no la aislaba de los demás empleados, sino que "protegía su intimidad". Casi todos se mostraron dubitativos sobre detalles concretos.
