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Reportaje:

Tomar el mando en el trabajo

La de los probadores de videojuegos es una profesión en auge - El perfil laboral es de jóvenes entre los 25 y 30 años con un nivel alto de inglés

Es el sueño de cualquier niño y el de más de un adulto. Dedicarse a probar videojuegos es una profesión que puede desempeñarse de forma esporádica, para juegos o campañas concretas, o de forma fija. Pese a que pueda parecer un trabajo ideal para quien le guste estar al mando de una consola, se trata de una labor exigente que solo tiene de lúdica el material que estos profesionales tienen entre manos.

Hay dos tipos de probadores. Los LT testers, que se encargan de reportar los errores lingüísticos del juego en sus respectivos lenguajes nativos y los Certification testers, que se aseguran de que los títulos cumplen con todos los requisitos técnicos y de calidad que empresas como Microsoft, Sony y Nintendo exigen para publicar juegos en sus respectivas plataformas. Más tarde, cada fabricante realiza su propio testeo. Esta labor consiste en encontrar posibles fallos de desarrollo en el juego, y eso se consigue llevando el videojuego a todas las situaciones posibles varias veces. Un recién iniciado, sin experincia previa gana cerca de 800 euros al mes de media, aunque el sueldo varía en función de la compañía para la que trabaje.

Las empresas captan a los probadores en 'webs' y a través de otros empleados
El centro de testeo más importante de Europa está en Madrid

Electronic Arts (EA), una de las más importantes empresas en el sector de los videojuegos del mundo, cuenta desde 2007 con el mayor centro de probadores de videojuegos de Europa en Madrid. Desde allí unos 200 empleados testan videojuegos en 19 idiomas, aunque en épocas de alta concentración de proyectos pueden llegar a los 300. El año pasado se analizaron 420 versiones. Uno de estos probadores es Iñigo Luzuriaga, un vasco de 29 años que revisa las traducciones al castellano.

Este técnico audiovisual lleva año y medio en EA y fue la "suerte y saber inglés" lo que le llevaron a desempeñar este trabajo. "Lo mejor de esta profesión es el trabajo en equipo con gente de toda Europa y parte de América", dice Luzuriaga. El perfil de estos trabajadores es gente joven de entre 25 y 30 años que saben inglés y les gustan los juegos electrónicos. Para Luzuriaga, la labor más difícil son los videojuegos que son "franquicias de películas, las fechas inamovibles y el tiempo justo" del que suelen disponer para completar la tarea.

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¿Cómo se ficha a un probador? La irrupción de nuevas plataformas, como teléfonos móviles y redes sociales hace que la demanda de profesionales del sector siga siendo alta. Un alto nivel de inglés hablado y escrito es el único requisito imprescindible, no se exige ninguna formación específica.

"Las fuentes de reclutamiento a las que acudimos para captar a estos potenciales probadores, son muchas y muy variadas, ya que al ser necesario en la mayoría de los casos que el candidato sea nativo de alguno de los países europeos en los que localizamos el videojuego, la mayoría de las personas son captadas a través de fuentes internacionales, tanto webs de empleo relevantes en sus respectivos países, universidades, asociaciones, y sobre todo, premiamos internamente a todos los empleados que recomienden a amigos, conocidos y familiares. La experiencia nos ha demostrado que la red de contactos de nuestros empleados es una fuente de reclutamiento valiosa, efectiva y económica", sostienen fuentes de EA.

Eduardo Varela, tester de Certificación de 28 años, define lo que, en su opinión, es un buen probador. Él empezó de trabajador temporal de verano. "Lo principal es que sepa que trabaja testeando, no jugando. Tiene que tener una atención al detalle enorme, ser metódico, concienzudo y tener una gran capacidad descriptiva para reportar todos los fallos que encontramos de la forma más clara y detallada posible. Y por supuesto, un excelente nivel de inglés".

Al margen de los profesionales del sector, ya sean temporales o fijos, las empresas también aprovechan las ferias especializadas para llevar maquetas de videojuegos y dejar que los jóvenes las prueben. Ahora bien, siempre están bien vigilados para asegurarse de que no hacen copias del producto, maniobra que haría perder millones de euros a la compañía. Su opinión es necasaria, pero conseguirla puede ser un asunto delicado.

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