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Reportaje:bolsa

Sin capacidad de reacción

Los inversores aceptan las pérdidas y dan por cerrado el ejercicio

La credibilidad del sector bancario español y la salud de las cuentas públicas han vuelto a marcar la trayectoria de la Bolsa en los últimos días.

En el conjunto de la semana, el Ibex 35 consigue recuperar el 2,11%, algo menos de lo que perdió en la semana anterior, pero sin que el ambiente lograra infundir confianza de cara al futuro inmediato. Por el momento, el nivel de los 10.200 puntos se sitúa como la resistencia a batir, algo que se ha logrado por momentos en las últimas sesiones, pero que no ha conseguido cuajar debido a la apatía de los inversores.

Para la mayoría de los analistas, el ejercicio ha quedado cerrado en la práctica, lo que supone asimilar un año de pérdidas ante un futuro que tampoco parece muy prometedor.

La atención del mercado ha estado muy centrada en el sector bancario, después de los anuncios y decisiones de la agencia de calificación Moody's de la semana anterior. La suma de las operaciones a corto y de la presión de la posible rebaja de calificación para la banca española, y no necesariamente por ese orden, ha dejado a los valores bancarios en una situación delicada de la que han salido medianamente airosos. Aunque las presiones han estado muy dirigidas a la banca española, las advertencias sobre mayores necesidades de capital han afectado al conjunto de la banca europea, que posiblemente necesitará ampliaciones a medio plazo. El temor a esa demanda de capital, con la consiguiente dilución del beneficio por acción y de la rentabilidad, ha frenado la actividad de la inversión más estable, que prefiere esperar acontecimientos en posiciones de liquidez, incluso con unos precios como los actuales.

El sector eléctrico, en fase de revisión de tarifas y subvenciones, apenas ha llamado la atención de los inversores, aunque Iberdrola ha destacado con una contratación elevada en varias sesiones.

En cuanto a los indicadores económicos, en Europa se hizo notar la caída en la confianza de los consumidores como síntoma de la confusión dominante en la UE. En España se publicó el dato de déficit público de noviembre que, con un descenso del 46%, apunta al posible cumplimiento de objetivos. Aun así, la rentabilidad de la deuda española a 10 años se ha mantenido alta y fue ya en la sesión del pasado jueves cuando bajó del 5,50%. Ese mismo día, el diferencial con el bund alemán bajaba hasta 251 puntos, después de haber superado los 260 puntos en algunos momentos, justo tras los anuncios de Moody's que precedían la última subasta importante de deuda del Tesoro español de este ejercicio.

En Estados Unidos, los indicadores han confirmado que la recuperación económica existe, aunque es muy lenta y con poca capacidad de generar empleo, situación que para algunos observadores cierra una especie de círculo vicioso que será difícil romper.

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