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Las guitarras sustituyen a los discursos en la cena de Navidad

Los socialistas aparcaron durante unas horas, las que duró la cena navideña en una casa de turismo rural de Santiago, la tensión acumulada en los últimos días, desde que el pasado sábado estalló el conflicto por el régimen de incompatibilidades. La fecha de la noche del martes llevaba semanas señalada en las agendas de los 25 diputados y del personal que trabaja en el grupo, así que no había más remedio que cumplir con el compromiso y compartir mantel, a pesar del clima de tensión. Todo ello en una semana intensiva en el Parlamento, en la que el largo debate presupuestario ha dado paso a un pleno ordinario sin solución de continuidad. En total, tres días completos -el de ayer de forma ininterrumpida-, sin apenas salir del Pazo do Hórreo, convertido estos días en un hervidero en los escaños socialistas.

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Como mandaba el protocolo, Pachi Vázquez y Xaquín Fernández Leiceaga se sentaron juntos. El secretario general, codo a codo con el portavoz parlamentario al que le busca sustituto. Pero pronto se comprobó que los dos estaban dispuestos a dejarse imbuir por el espíritu navideño y aparcar las diferencias.

Esta vez no hubo discursos. Quizás por no hablar, los diputados se pusieron a cantar, acompañados a la guitarra por dos de los diputados que presionan para poder compatibilizar su escaño en el Parlamento con puestos en las listas de las municipales: Modesto Pose y Beatriz Sestayo.

Pasada la fiesta, los socialistas volvieron ayer a escenificar en el Parlamento el momento de nervios que atraviesan, en vísperas de la ejecutiva que hoy pretende ratificar el régimen de incompatibilidades. Se sucedieron los corrillos entre los diputados afectados, es decir, aquellos con posibilidades de integrar listas para las municipales y que no desean dejar su escaño, mientras el secretario general pasaba casi toda la jornada encerrado en su despacho en el Pazo do Hórreo. Allí se entrevistó con Leiceaga, convertido, a su pesar, en la cabeza visible de la revuelta contra el secretario general. No hubo acuerdo y todo indica que la tensión se trasladará hoy a la ejecutiva.

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