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El juez Serrano, ante el TSJA por cambiar un régimen de visitas

El magistrado declara que actuó por el "interés" del menor

El juez que modificó una custodia para que un niño de 12 años pudiera salir en una procesión de Semana Santa dice que lo hizo por el "interés" del menor. Francisco Serrano, titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla, negó ayer haber cometido prevaricación. Sostiene que lo único que procuró fue "garantizar el interés del menor por encima de los conflictos de sus progenitores". Eso al menos es lo que dijo en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que lo investiga por la posible comisión de un delito de prevaricación judicial dolosa.

La madre del menor denunció que Serrano cambió el turno de custodia establecido por otro juzgado y no le preguntó. El procedimiento está en fase de instrucción, después de que la Sala de lo Civil y Penal del TSJA ordenara abrir diligencias previas por este asunto. La querella que presentó la madre del menor contra el juez hacía referencia a otros tres delitos más -cohecho, revelación de secretos y lesiones-, pero el TSJA solo la admitió por prevaricación, como también interesó la Fiscalía.

La madre del niño presentó una querella por prevaricación

El juez acudió ayer a la sede del alto tribunal andaluz, en Granada, acompañado por su abogado, Joaquín Moeckel, que fue precisamente quien representaba a la familia del padre cuando se presentó la petición de cambio del régimen de visitas. El abuelo paterno pidió prolongar la estancia del pequeño con ellos para que así pudiera salir en la procesión. Ayer, a las puertas de la Real Chancillería de Granada, Moeckel leyó un comunicado en nombre del juez. Serrano negaba de este modo haber cometido el delito y aseguraba que su intención fue "garantizar el interés del menor" y hacerlo con "eficacia e inmediatez como requería el caso dada su urgencia".

Por esta causa, que instruye el magistrado Miguel Pasquau, también declararon varios testigos. El juez imputado explicó que todo el procedimiento parte de una querella interpuesta por una ciudadana en trámites de divorcio que consideró "prevaricadora" su actuación profesional al "permitir que uno de sus hijos viese cumplida su voluntad de salir como paje en una hermandad de la madrugada del Viernes Santo". La mujer presentó la querella después de que el juez dictara un auto modificando el régimen sin hablar con ella. El juez de Familia alegaba que para el niño era "sumamente importante" salir en la procesión de la Madrugá de Sevilla y no había garantías de que la madre lo llevara.

Serrano insiste en "su más absoluta inocencia" y confía en los tribunales para que se aclare de "una vez" este asunto y se restituya "su honorabilidad profesional". Niega cualquier interés por su parte y, es más, espera que sienten "las bases de si ha podido existir algún otro interés personal o político por parte de quien formula la acusación". El TSJA abrió diligencias previas tras considerar que "resulta verosímil que el querellado asumió voluntariamente el conocimiento del procedimiento, para el que pudiera carecer de competencia funcional o sin respetar las reglas de reparto de los asuntos entre los juzgados".

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En su día, Serrano dijo que no tenía ese "interés personal ajeno al puro ejercicio de la jurisdicción y del interés público" que no descarta que existiera el TSJA. Y aclaró además que él habló con el abuelo del niño y no con el abogado del padre, que también lo defendía a él en otras causas.

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