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El alcalde de Córdoba cuestiona la política de desembalses de la Junta

"La realidad no coincide con lo que se dice", afirma Andrés Ocaña

El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña (IU), dijo ayer acerca de las cifras de desembalses que maneja la Agencia Andaluza del Agua que "la realidad no coincide siempre con lo que se nos dice". El alcalde cordobés piensa insistir hoy durante su reunión con la Consejería de Gobernación en que hay que mejorar la comunicación sobre el protocolo de desembalses entre la Junta y los consistorios. "Por ejemplo, la semana pasada se nos decía que estaban desembalsando y eso no coincidía con lo que se veía", afirmó ayer Ocaña en referencia al caudal del Guadalquivir de la semana pasada que ya bajaba en los márgenes de cauce normales.

A estas acusaciones respondió el consejero José Juan Díaz Trillo con el discurso que mantiene la Junta cada vez que hay inundaciones: los pantanos no provocan las crecidas, sino que las mitigan. Y en cuanto a los datos de desembalses, Trillo se negó a entrar en polémicas. "No es una cuestión opinable, es una cuestión científica. Los datos de esos desembalses están en manos de los técnicos y se da una información precisa, puntual y al instante. Sólo hay que mirar la página web de la consejería para conocer el estado de los embalses", dijo.

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Ocaña espera obtener hoy una explicación sobre esta disparidad de criterios entre Junta y Ayuntamiento. Y aspira, asimismo, a avanzar en las posibles soluciones. "Sé que no hay una única solución, sino que deben haber muchas. Porque algunos pueblos se inundan por arroyos y tendrán que tener su solución concreta. En otros casos, como en la zona del aeropuerto de Córdoba, se han iniciado las obras de construcción de una escollera que mitigará el problema que allí se genera y en otros lugares deberemos seguir estudiando las soluciones", dijo.

El enfado de Andrés Ocaña se produjo un día después de que el alcalde visitase por enésima vez las urbanizaciones construidas ilegalmente en zonas inundables del municipio. Sus vecinos han vuelto a ver cómo el Guadalquivir se metía en sus casas este fin de semana. En febrero sufrieron las inundaciones más graves y este mes se ha repetido la historia en dos ocasiones en esas 360 viviendas, donde una veintena de familias permanecen desalojadas.

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El Ayuntamiento ha ofrecido a estas familias viviendas de protección oficial en régimen de alquiler si demuestran unos ingresos mínimos y que las casas inundadas eran su primera residencia. Ayer los afectados, agrupados como el colectivo de Inundados de Córdoba, se concentraron ante la Delegación del Gobierno de la Junta donde pidieron conocer las medidas de emergencia supuestamente activadas durante las riadas.

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