'Mi adolescencia fue un coñazo'
Todos nos sabemos el cuento del chico que llega a la capital con una maleta llena de ilusiones. La vida de Fernando González Molina, pamplonica de 35 años, se presta a ser contada así. Incluye playbacks de Madonna en su habitación, al típico hijoputa que en el colegio le escupía y ahora se le acerca a felicitarle y varias bofetadas a su autoestima, como cuando un profesor le dijo: "Siendo como eres, tú no vas a llegar a ninguna parte". Pero conducir una historia por los derroteros de la "revancha de los pringados" no es más que un truco periodístico. "Yo soy una persona ambiciosa y muy segura en mi trabajo. No tengo complejos. Y no te puedo decir que mi historia sea la de un cortometrajista que ha estado luchando 15 años por un proyecto", corrobora el entrevistado. Su trayectoria profesional —la dirección de la serie Los hombres de Paco y del taquillazo cinematográfico Fuga de cerebros— no entiende de traumas infantiles.
"Me gusta ver la vida como un lerdo. Prefiero pasarme de tonto que de listo"
Su última película, Tres metros sobre el cielo, que se estrena el viernes de la semana que viene, está basada en el best seller homónimo de Federico Moccia y protagonizada por Mario Casas y María Valverde. Chico conoce a chica. Es una historia de amor iniciático totalmente aspiracional. Y reivindica un nuevo cine español por la vía de la comedia adolescente que no pide perdón por tener como única voluntad la de entretener. "Parece que tienes que avergonzarte por haber triunfado en taquilla. Yo no le veo el sentido a hacer una película sobre mis traumas en plan onanista. Para eso, grábate con una cámara y ponte los vídeos en tu casa. No quiero adoctrinar, ni formar, ni alimentar espiritualmente; solo divertir. Haciendo reír como en Fuga o emocionando como en Tres metros. Las cosas las hago para que la gente las vea. El cine concienzudo lo conocí en la escuela de cine, pero mi formación es menos exquisita. Soy hijo de la cultura popular, mi referente es Sensación de vivir. Siempre me van a gustar más las películas de John Hughes que las de Fassbinder, con todos mis respetos a Fassbinder".
EP3. ¿Qué te ha dado la tele a ti?
Fernando González Molina. Todo. La amo. Me encanta hacerla y verla. Es un medio maravilloso para ganarse la vida. Yo soy hijo de la época dorada de la series españolas (7 vidas, Los Serrano, Periodistas...), cuando llegabas a tener siete millones de espectadores por capítulo. En la tele se vive de que a la gente le guste lo que hagas. Si haces mala audiencia, te quitan. Considero que hace 10 años que vivo de la tele. El cine es un extra y si he llegado a él ha sido gracias a la tele.
EP3.
Tres metros es una película aspiracional. ¿Sientes nostalgia por una adolescencia que no viviste?
F. G. M. Estoy obsesionado con el rollo teen. Ese momento entre los 14 y los 19 años. Ese mundo de chicos jóvenes y divinos. Que, por supuesto, no tiene nada que ver con lo que fue mi adolescencia, que, como la de todos, fue un coñazo. Digamos que tengo sublimada esa adolescencia de anuncio de Pepe Jeans y esa es la peli que he hecho. Tres metros tiene más referentes cinematográficos que reales. Te recuerda más a Rebeldes, de Coppola, que a un barrio de San Blas. No nace del estudio del pueblo. No es Física o química. Es curioso, gente que la ha visto me ha dicho: "Ay, me siento tan identificado con esta historia". Y tú piensas: "Pero, desgraciado, si tú eso no lo has vivido nunca. Y si lo has hecho es desde la proyección". Esta es una historia de amor adolescente para pasártelo genial viéndola. Para que pienses: qué rollo tiene él, me gustan los vestidos de ella, me los quiero poner...
EP3. ¿Cómo es esta generación de jovenes actores paridos por la tele?
F. G. M. Son lo más parecido a un star system que hemos tenido aquí.
EP3. Tú estas emparentado con la fama a través suyo, ¿no?
F. G. M. Totalmente. Si alguna vez me reconocen por la calle, me resulta su-perraro. Una vez, cuatro modernos después de haber salido en la revista Vanidad. Pero nada, cero. Soy anónimo. A veces estoy con mis amigos y pienso: "Si fuera famoso, nos invitarían a todas la fiestas". Pero luego digo: "Quita, quita. Colarnos es más divertido". Yo trabajo mucho mi lado paleto. Me gusta ver la vida como un lerdo. Prefiero pasarme de tonto que de listo.
EP3. ¿Eres de los que a veces mira alrededor y cree que está viendo la tele?
F. G. M. Sí. Soy muy espectador de todo. De hecho, a veces tengo complejo de poco protagonista. Y vivo la vida como si estuviese viendo ficción. Si una noche salgo y me estoy aburriendo, tiendo a provocar situaciones. Todo es un guión. Estoy fagocitado por lo que hago.
EP3. ¿Qué piensas del fenómeno Belén Esteban?
F. G. M. Estoy fascinado. Si es una ficción, está muy bien diseñada, y si es realidad, está muy bien llevada a la ficción.
Tres metros sobre el cielo se estrena el 3 de diciembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.