Intervenidos 70.000 kilos de aceitunas robadas
La Guardia Civil detiene en Sevilla a tres personas por adquirir las olivas
Es una queja recurrente de los agricultores. En el campo se roba. Y no sólo maquinaria agrícola, instalaciones de regadío o hilo de cobre, sino también la materia prima, la cosecha misma. El último ejemplo se conoció ayer, cuando la Guardia Civil anunció que había intervenido en la provincia de Sevilla 70.000 kilos de aceitunas hurtadas. En esta operación, los agentes detuvieron a tres personas, acusadas de comprar esa mercancía a terceros. Los detenidos pagaban por las aceitunas sin preguntar acerca de su procedencia.
En esta ocasión, la Guardia Civil se ha centrado en el mercado negro, especialmente de las aceitunas robadas en la sierra sur de Sevilla y zonas de Córdoba. La cuestión era saber qué hacían los cacos con su botín. Las pesquisas condujeron a los agentes al circuito de compraventa de aceitunas en Pedrera (Sevilla). Allí, los guardias interceptaron un camión que transportaba 20.000 kilos de olivas robadas. Y en un almacén de compraventa del mismo pueblo, los agentes encontraron otra furgoneta con aceitunas de procedencia irregular. Aquello reforzó sus sospechas de que allí se compraba aceitunas robadas a los ladrones de fincas.
Los compradores de aceituna hurtada pagan el material a muy bajo precio
La Guardia Civil detuvo a tres vecinos de Pedrera, de iniciales J. C. P. y 25 años, G. F. A., de 54 años y A. M. G. de 54 años y responsable de la empresa. Los tres están acusados de comprar aceitunas robadas. Hasta ahora, en ese almacén los agentes han podido acreditar la presencia de hasta 70.000 kilos de aceitunas que habían sido hurtadas, pero no descarta que haya más. Para evitar la posible manipulación de pruebas, la Guardia Civil precintó diversa maquinaria, así como el acceso a los almacenes y las oficinas.
Las personas que compran aceituna robada tratan de multiplicar sus beneficios adquiriendo el material ilegal a muy bajo precio. Así obtienen mayores ganancias económicas con la comercialización final del aceite. Mientras, la Guardia Civil intenta acabar con esta práctica para proteger a los agricultores y para evitar que a los supermercados lleguen productos cuya procedencia no ha seguido todos los controles pertinentes. Desde la campaña olivarera pasada, han sido detenidos o imputados más de un centenar de personas por hurtar aceitunas solo en la comarca olivarera de la sierra sur sevillana.
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