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La mayor crisis del Gobierno de Zapatero

El PP admite que "hay partido" pero seguirá su guión

Los populares ven un giro "mediático" pero creen que la crisis podrá con todo

Carlos E. Cué

La capacidad de Mariano Rajoy para mantenerse impasible mientras a su alrededor se suceden las noticias sigue sorprendiendo incluso a los más fieles. El día en que se produjo el mayor cambio de Gobierno de los casi siete años de zapaterismo, el líder del PP ofreció una rueda de prensa para hablar de Presupuestos, sin mencionar los cambios.Cuando se le preguntó por ellos, se limitó a decir que él lo que quiere son elecciones anticipadas y que no hay que cambiar a los músicos, sino al director de orquesta: Zapatero.

Sin embargo, pese a esa innata capacidad de su líder para el estoicismo, en el PP causó un gran revuelo la crisis de Gobierno, que les pilló con el pie cambiado, ya que nadie la esperaba tan profunda. Rajoy se olió algo la tarde del martes. Vio tantas caras raras en la bancada del Ejecutivo que le dijo a Soraya Sáenz de Santamaría: hay lío en el Gobierno. Él ya ha vivido muchas crisis.

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En público, el PP no dice casi nada. En privado, todos admiten que Zapatero ha dado un golpe de efecto que demuestra que "va a por todas". "Ahora hay partido", admiten varios veteranos.

Rajoy está convencido de que Zapatero se presentará, a menos que las encuestas digan que con otro candidato se podría ganar. El movimiento de Rubalcaba, según el entorno del líder, lo confirma. Aznar nombró a Rajoy vicepresidente en 2001 y le abrió el paso a la sucesión. Los marianistas creen que, al ascender a Rubalcaba, Zapatero no prepara la sucesión: está saliendo a la ofensiva para seguir en 2012.

Eso sí, dice el entorno del líder, Zapatero deberá hacer "algún gesto de autoridad" para demostrar que quien manda es él, y no Rubalcaba. El PP prepara ya la campaña contra el vicepresidente. El mensaje es claro: representa el pasado, fue el último portavoz de González y será el último portavoz de Zapatero. "Es especialista en enterrar Gobiernos", ironizaban varios diputados. Pese a que todos le reconocen gran valía política -algunos están preocupados por Sáenz de Santamaría, que le tenía cogida la medida a María Teresa Fernández de la Vega en las sesiones de control-, creen que Rubalcaba moviliza al electorado de la derecha.

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Los más veteranos admiten cierta preocupación. "14 puntos son muy difíciles de recuperar, pero desde luego Zapatero ha demostrado que va a intentarlo", resume uno. Además, se ha volcado a la izquierda, y el PP necesita que ese electorado se quede en casa para ganar. Rajoy y los suyos tranquilizan a los demás. "Esto es un giro muy mediático", explican, pero Zapatero tiene un enemigo mucho más grande que el PP, la crisis económica y el paro. "Si en las elecciones catalanas el PSC se mete el batacazo previsto, volveremos adonde estábamos, a la crisis de Zapatero", afirma un veterano.

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