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CatalunyaCaixa vestirá sus oficinas de teja, negro y gris

La caja evita una marca ajena al territorio por 'seny' y para "no confundir"

Durante meses, el Banco de España bautizó por su cuenta la fusión de las cajas Catalunya, Tarragona y Manresa con el nombre clave de Operación Diada, a falta de marca. Y por cuatro días de diferencia no cayó en 11 de septiembre la presentación de la denominación comercial de la entidad, CatalunyaCaixa, que tuvo lugar ayer. Llevará al menos un año implantar los colores de la nueva identidad corporativa en cada una de las 1.200 oficinas de la nueva entidad, según afirmó ayer, al desvelarla, su director general, Adolf Todó. "Parece un cambio poco profundo, pero no lo es", añadió.

En el logo se lee la citada marca, junto a la fórmula abreviada CX y por encima de un epígrafe que alude a la denominación social Caixa Catalunya Tarragona Manresa. La marca se lee sobre un fondo negro matizado que se combinará de forma flexible, según los soportes, con los colores teja y gris caliente. Es el resultado de cuatro meses de trabajo realizado por el estudio de diseño Ca-se.

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Para evitar que se visualizara una absorción de Manresa y Tarragona por Catalunya, inicialmente se había insistido en la necesidad de crear una marca nueva y se había desechado Caixa Catalunya. En estudio estuvieron más de dos centenares de nombres, desde sopas de letras varias, tipo CCTM, a Caixa Central. El diseñador Claret Serrahima, responsable de Ca-se, corroboró ayer que primero se descartó recurrir a la palabra Catalunya, en busca algo nuevo, pero finalmente se huyó de "dar un salto mortal". También opinó que la alusión a Catalunya, Tarragona y Manresa "está destinada a desaparecer con el tiempo", idea en la que no abundaron ni el presidente de la entidad, Narcís Serra, ni sus vicepresidentes Manel Serra y Gabriel Ferraté, procedentes de Manresa y Tarragona.

"Hemos manejado nombres innovadores, originales, llamativos, pero no queríamos confundir a nuestros clientes", explicó Adolf Todó, para quien la elección final permite a la entidad "volar alto sin olvidar los orígenes". El nombre de la segunda caja de Cataluña se ha elegido pensando en que "diga algo ya" de su "estrategia" -ser una caja y ser catalana- y "no necesita ser explicada". En resumen, añadió, CatalunyaCaixa se ha elegido como marca en "un ejercicio de seny".

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Los vicepresidentes Manel Serra y Gabriel Ferraté fueron elocuentes en sus comentarios sobre la marca. "Es un nombre brillante, refleja por qué nos hemos fusionado", dijo el primero. El segundo añadió: "Hemos pensado más en el futuro que en el pasado". El horizonte es Cataluña y, en el movido panorama, nadie se atreve a excluir que a medio plazo acabe siendo una marca paraguas para otras cajas que puedan integrarse en el mismo proyecto. "Estamos muy satisfechos y cumple con los objetivos de la fusión", apuntó Narcís Serra, que cederá la presidencia en noviembre. Preguntado sobre su sucesión, respondió: "Déjennos ir paso a paso".

La marca fue elegida el pasado martes por el Consejo de Administración de la entidad. CatalunyaCaixa tiene un plan de integración que le permitirá, según Todó, "cumplir en 2015 con los nuevos requisitos de Basilea III", en alusión a las exigencias de solvencia más duras que los banqueros centrales impondrán al sector financiero, que de todos modos no estarán vigentes en su versión más dura hasta 2019.

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