Corinne Day, algo más que la descubridora de Kate Moss
Desde la revista británica 'The Face' creó la estética 'grunge'
La fotógrafa británica Corinne Day, descubridora de la supermodelo Kate Moss, falleció el pasado 27 de agosto a los 48 años debido a un tumor cerebral.
La moda y la fotografía le deben a Corinne Day algo más que ser la descubridora de Kate Moss. Desde la revista británica The Face, a la que llegó en 1989 como directora de arte, creó y catapultó la estética grunge, ese estilo descuidado cansado de la moda imperante. Un estilo que, a cambio de la perfección de las revistas del momento, mostraba a modelos delgadas, sin o con maquillaje mal puesto, de aspecto demacrado y en poses que no buscaban favorecer ni a los retratados ni a la ropa que llevaban. La musa no era otra que Kate Moss, a la que Day sacó semidesnuda en la revista cuando la top model tenía solo 15 años.
Esa estética cruda, conocida como chic heroin, saltó de la mano de Day a la edición inglesa de Vogue. Moss protagonizó esa portada de 1993, casi sin maquillaje, de manera frontal, con una belleza abrumadora por la sencillez del retrato. El reportaje la mostraba en el interior de su casa desamueblada, vestida en ropa íntima, sentada en un radiador o tirada en la muy británica moqueta. Esas fotos son sobre todo el reflejo de lo que captar imágenes suponía para Corinne: "La fotografía es ponerse lo más cerca que puedas de la vida real, mostrándonos cosas que normalmente no ves. Son los momentos más íntimos de la gente, y a veces la intimidad es muy triste".
La mecha que encendió Day y la revista The Face lograría una legión de seguidores, como el diseñador Calvin Klein, pero también acérrimos críticos. "La glorificación de la heroína no es creativa, es destructiva" diría el presidente Bill Clinton sobre la chic heroin.
Lo cierto es que a Corinne Day le aburría la fotografía de moda al uso. "No me tomo la moda muy en serio", diría. "Pienso que las revistas de moda son horribles", declaró en una entrevista al periódico The Observer en 1995. "Son rancias y dicen lo mismo año tras año".
Day había nacido en Ealing, un municipio al este de Londres. Su madre regentaba un burdel y su padre robaba bancos. Tras su divorcio, Connie se crió con una de sus abuelas. A los 16 dejó el colegio, se hizo azafata y terminó de modelo en firmas como Guess. Fue el cineasta Mark Szaszy (con el que luego se casaría) quien le enseñó los entresijos de la fotografía.
La obra de Corinne Day se ha expuesto en museos de la talla del Tate Modern, y está presente en la National Portrait Gallery, con una serie compuesta por nueve retratos de Kate Moss, la misma modelo y amiga que consiguió reunir 120.000 euros para costearle el tratamiento contra la enfermedad que se la llevó por delante.
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