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Un palestino asalta la Embajada turca en Tel Aviv

Enric González

Un ciudadano palestino asaltó ayer la Embajada de Turquía en Tel Aviv y anunció que estaba armado e iba a tomar rehenes. Un guardia de la propia Embajada le disparó en la pierna y le redujo, pero la negativa turca a que la policía israelí entrara en el recinto diplomático suscitó una gran confusión durante varias horas. La Embajada fue acordonada por policías de asalto y antidisturbios.

El asaltante, Nadim Injaz, de 32 años y natural de Ramala, que entró en la legación con una pistola de juguete, un cuchillo y una lata de gasolina, era un antiguo colaborador de la policía israelí perseguido por las autoridades palestinas por traición y cooperación con el enemigo. Al parecer, su objetivo consistía en pedir asilo político en Turquía. Cuatro años atrás ya protagonizó un incidente similar en la Embajada de Reino Unido, donde entró con una pistola de juguete y amenazó con dispararse en la cabeza si no se le concedía asilo. En aquella ocasión fue reducido fácilmente.

Su abogado, Avital Horesh, explicó que Injaz acababa de cumplir un año de condena en una prisión israelí y tras su excarcelación había sido conducido de nuevo a Cisjordania. Temeroso de las autoridades palestinas, Injaz regresó inmediatamente a Israel con el propósito de conseguir de alguna forma refugio en un tercer país.

Herido de bala

En un primer momento, después de escucharse disparos en la Embajada, se creyó que Injaz había tomado como rehenes al embajador y su esposa. La pareja, sin embargo, salió del recinto y desmintió personalmente esa información.

Una fuente diplomática turca señaló que Injaz había sido herido de bala en una pierna y que su estado no era grave. Añadió que durante la noche se organizaría su traslado a un hospital. Otras fuentes diplomáticas turcas indicaron que no se había descartado por completo la posibilidad de concederle asilo.

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El incidente causó especial alarma por las tensas relaciones entre Israel y Turquía, tradicionales aliados hasta que los bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, en diciembre de 2008 y enero de 2009, y el violento asalto israelí a la nave turca Mavi Mármara el pasado 31 de mayo, en el que murieron ocho ciudadanos turcos y un ciudadano estadounidense de origen turco, enfurecieron al Gobierno de Ankara.

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