Lolita Lebrón, nacionalista que asaltó el Capitolio
La activista puertorriqueña protagonizó un tiroteo en el Congreso para reclamar la independencia de su país
Dispuesta a morir. Era la actitud con la que Lolita Lebrón Sotomayor, líder nacionalista puertorriqueña, capitaneó un asalto al Congreso de EE UU en 1954 para reclamar la independencia de su país. No murió, pero pasó en prisión 25 años hasta que el presidente Carter, en 1979, le concedió el indulto. Lebrón falleció el domingo 1 de agosto en San Juan. Tenía 90 años.
"¡No vine a matar a nadie, vine a morir por Puerto Rico!", gritó la activista en el momento en que fue arrestada por disparar en el Capitolio. Minutos antes, cuando Lolita y otros tres independentistas llegaron a la galería de las visitas de la Cámara, ella se incorporó y clamó: "¡Viva Puerto Rico libre!", y sacó la bandera de su país. Luego abrieron fuego utilizando armas automáticas. Realizaron alrededor de 30 disparos y cinco congresistas resultaron heridos, uno de ellos gravemente en el pecho.
El asalto fue diseñado por el dirigente nacionalista Pedro Albizu para protestar por la implantación del estatuto de Estado libre asociado en 1952. Entonces ella tenía 34 años y era delegada del Partido Nacionalista en Nueva York. "Me pidió que atacara el Pentágono, la Casa Blanca, el Capitolio y la Corte Federal. No teníamos tanta fuerza y nos limitamos al Capitolio. Allí nacieron todas las leyes que nos someten. Iba dispuesta a morir", confesaba en una entrevista a El Mundo en 1998. Defendía entonces Lebrón que la lucha armada era el último recurso de los pueblos. "Los libertadores no somos unos matones, pero no existía otra manera de reclamar".
El ataque lo ejecutó junto a los también independentistas Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero. Figueroa, que murió antes del indulto de sus otros tres compañeros, había sido liberado antes debido a su estado de salud. Cuando en 1997 Lebrón compareció ante un comité del Congreso de EE UU, declaró que el ataque a tiros no fue un acto de odio, sino "el tercer grito de libertad de un pueblo amenazado con la extinción", recuerda Efe.
Dolores Lebrón Sotomayor nació el 19 de noviembre de 1919 en Lares, un pueblo del oeste de Puerto Rico, y en la década de los cuarenta emigró a Nueva York. Allí desarrolló sus ideas nacionalistas y se convirtió en seguidora del líder del movimiento, Pedro Albizu.
Tras salir de prisión nunca abandonó su compromiso con la causa y en julio de 2001 volvió a la cárcel durante 60 días por acceder a un área restringida en la isla Vieques, terrenos de la Marina estadounidense.
Tras conocer la noticia de su muerte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, la recordó como "símbolo de la resistencia de los pueblos y de la batalla permanente por nuestras soberanías". "Los pueblos del mundo y en particular los pueblos de nuestra América, tenemos en Lolita Lebrón un ejemplo de vida y una inspiración permanente, sobre todo para las juventudes", expresó el líder sandinista.
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