Reporteros desde el pupitre
La revista de los alumnos de un colegio de Val do Dubra, con varios galardones gallegos y nacionales, ha logrado entrevistas con premios Nobel y conocidos políticos
Acaban de terminan la enseñanza obligatoria, ninguna pasa de los dieciséis años y nunca han pisado una facultad de Periodismo, pero ya conocen una de las lecciones básicas de primero de carrera. "Hay que diferenciar siempre entre información y opinión". La que habla es Leticia García, una de las cinco redactoras de A Chave, la revista estudiantil que desde hace diez años editan los alumnos del C.P.I de Bembibre, en el municipio coruñés de Val do Dubra. Este año, su humilde publicación -que financian con la publicidad de comercios locales- ha ganado el segundo premio nacional de El País de los Estudiantes, aunque no es la primera vez que a este instituto se le reconoce su buen hacer periodístico: desde 2005 se han presentado todos los años al certamen de EL PAÍS y en todos menos uno han conseguido premio. Detrás, un entusiasta profesor de Lengua y Literatura Española y los alumnos más activos del centro, donde estudian 150 jóvenes de entre 12 y 16 años.
Prefieren el papel a la pantalla del ordenador para leer "con más calma"
"Todo el mundo comentaba en clase la fusión de cajas al día siguiente"
El último número de A Chave ha reducido la plantilla a la mínima expresión: cinco miembros, todas chicas, una redacción virtual en el chat y un profesor dispuesto a pelearse con maquetas y fuentes rebeldes. Cuenta Alberto Sacido, el profesor coordinador de A Chave, que la revista estuvo a punto de no salir este año. "Es mucho trabajo para una persona sola", reconoce el maestro. Pero Ivana, Tamara, Nuria, Leticia y Olaya, sus alumnas en el que curso que ahora termina, no quisieron faltar a la regla no escrita de que cada año los alumnos de 4º de la ESO publican una revista para financiar su excursión de fin de curso.
La voluntad de ellas acabó por convencerlo a él de continuar al frente de A Chave, que acaba de cumplir once años de existencia con varias entrevistas de peso en su haber. Manuel Fraga, Emilio Pérez Touriño, Anxo Quintana, los premios Nobel Adolfo Pérez Esquivel y John Nash, el ex conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal; Isaac Díaz Pardo, Manuel Rivas, Francisco Vázquez, Rosalía Mera, Luís Tosar o Augusto César Lendoiro. Tampoco faltan ambiciosos análisis sobre las consecuencias del hundimiento del Prestige, la situación medioambiental en Cerceda, las causas de los incendios forestales o las dificultades de los hijos de los emigrantes retornados para integrarse. Pero la joya de A Chave, confiesan, es una entrevista con Manuela Sanlés, cuñada de Ramón Sampedro, cuya historia marcó un antes y un después en el debate sobre la eutanasia.
"Lo más complicado es encontrarle el sentido al hecho histórico", reconoce Olaya, al frente de los dos platos fuertes del último número de A Chave, las entrevistas con Alfonso Armada -general franquista y marqués de Ribadulla- y José Fortes Bouzán, fundador de la Unión Militar Democrática, que intentaba modernizar el ejército al final de régimen. Las alumnas -que además se encargan de proponer la mayoría de los temas y de contactar con las fuentes- supieron ver una manera diferente de aplicar lo que estudiaban en la asignatura de Historia. "Se nos van a olvidar muchas cosas, pero esta, no", asegura Nuria, la única de las cinco redactoras de A Chave a la que le gustaría dedicarse al periodismo en un futuro. En la fiebre de sacar adelante su revista incluso se han entusiasmado con algún tema poco sospechoso de despertar pasiones entre los adolescentes: "Seguimos el tema de las cajas. Al día siguiente de la fusión, todo el mundo hablaba de eso en clase", recuerda Olaya.
Tan entusiasmadas están con su revista -no en vano les ha traído un premio de 9.000 euros con el que se irán una semana a Nueva York- que incluso se atreven a hacer pronósticos sobre el futuro de la profesión. "El periódico será online", auguran, aunque después confiesan preferir el papel a la pantalla para leer con más calma. "Lo de pasar la hoja tiene su encanto", bromean. Por el momento, este año han decidido publicar su revista únicamente en la web del centro. Tampoco saben si habrá otro número. Las cinco alumnas abandonan este curso su instituto para estudiar bachillerato en Santiago y Carballo y la coordinación supone demasiado trabajo para un profesor solo.
"A la gente la revista le gusta porque puede leer lo que piensa el vecino", aseguran. Con los años han introducido algunos cambios en la línea editorial de la revista, pero saben qué periodismo les gusta. Olaya pone un ejemplo: "¿Lo que interesa es que Botín diga que todo está bien? Muchas historias que están al lado son mucho más interesantes que todo eso".
