La Costa del Sol se pone a los pies del jeque que ha comprado el Málaga CF
Abdulá Al Thani quiere que el club esté en la élite en tres o cuatro temporadas
El jeque qatarí Abdulá bin Naser Al Thani es un hombre expeditivo a la hora de gestionar sus múltiples negocios, que van desde los hoteles a las tiendas de electrónica pasando por concesionarios de automóviles de lujo. "Cuando llevamos cinco minutos hablando de negocios se aburre", contaba el pasado viernes su hombre de confianza, Abdulá Ghubn. Sin embargo, Al Thani, de 43 años, puede pasarse horas hablando de fútbol, su gran pasión junto a los caballos. Este empresario del Golfo Pérsico ha comprado por 36 millones de euros el Málaga CF -un club que arrastra una deuda de 13 millones y que este año ha eludido el descenso de chiripa- con el objetivo de llevarlo a la élite española en unos tres o cuatro años.
El empresario planea también un "gran proyecto turístico" en Marbella
La llegada de Al Thani a la Costa del Sol ha generado una expectación enorme y las autoridades locales se han volcado en su recibimiento. El pasado 21 de junio, el secretario del jeque logró reunir de urgencia al alcalde, Francisco de la Torre, a la delegada de la Junta en Málaga, María Gámez y al presidente de la Diputación, Salvador Pendón. El motivo del encuentro no era protocolario: Ayuntamiento, Junta y Diputación son los propietarios del estadio de La Rosaleda, y Abdulá Ghubn les pidió permiso para acometer reformas profundas en las instalaciones. Las obras comenzarán a corto plazo con la renovación del césped y de los banquillos y repintar las fachadas.
Más adelante, Al Thani prevé aumentar el aforo del campo hasta los 37.000 espectadores -actualmente en La Rosaleda hay espacio para unas 29.000 personas-. Los políticos malagueños, generalmente un factor de ralentización de los proyectos (veanse el metro o el plan del puerto), se comprometieron a agilizar los trámites para que las reformas se inicien cuanto antes. Quiza sea eso a lo que llaman la magia del fútbol.
La mirada del jeque no se limita a Málaga ni al fútbol. En Marbella, donde posee una mansión, Al Thani planea una "importante inversión" en un proyecto relacionado con el sector turístico y de servicios. El jeque, que se reunió ayer con la alcaldesa marbellí Ángeles Muñoz, no precisó más datos de este "gran proyecto".
Para su presentación en sociedad, el pasado viernes en el estadio de La Rosaleda, el nuevo propietario del Málaga se deshizo de la chilaba con la que se le pudo fotografiar fugazmente el día anterior y optó por una chaqueta de rayas celestes -el color del equipo- y una insignia del club. Quizá ignoraba que este emblema, inspirado en el escudo de la ciudad, lleva todavía la inscripción TM, siglas del "tanto monta" de los Reyes Católicos en recuerdo de la toma de la ciudad, hasta entonces en manos musulmanas, en 1487.
A su derecha en la rueda de prensa se sentó Fernando Sanz. El hasta ahora dueño del Málaga y con el que el jeque Al Thani ha negociado durante los últimos cinco meses, tendrá un puesto en el organigrama del club, aunque todavía no se ha decidido cuál. A la izquierda del noble qatarí se ubicó Abdulá Ghubn, que se perfila como nuevo hombre fuerte de la institución. El traspaso oficial de poderes se realizará el próximo 27 de julio.
En el aspecto deportivo, las ideas de Al Thani pasan por fomentar la cantera del club. "Nuestra prioridad es poner al Málaga en la mejor posición posible con un proyecto a largo plazo. No pensamos tanto en fichar superestrellas como en crearlas", aseguró Ghubn. Hoy está prevista la presentación del portugués Jesualdo Ferreira como nuevo entrenador -Al Thani dejó claro desde el principio que no contaba con Juan Ramón Muñiz-. Ferreira, ex técnico del Oporto -también ha entrenado al Benfica y a la selección portuguesa, entre otros equipos- ya conoce las instalaciones del club.
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