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Reportaje:SI LOS EDIFICIOS HABLASEN...

La ironía más española de Herr Rank

El palacio de Bermejillo, hito del 'estilo nacional', fue obra de un alemán

¿Qué es España? Al filo del siglo XX la pregunta que marcó a la generación del 98 sobrevolaba un país que acababa de perder las colonias. España se sumía en una crisis moral y buscaba su esencia. En arquitectura, frente a las vanguardias extranjeras, muchos miraron hacia atrás para encontrar la verdadera identidad. Recuperar la grandeza del Renacimiento y el barroco creando nuevos estilos eclécticos, historicismos inspirados en la tradición frente a una modernidad que negaba el pasado. Mientras en Barcelona reinaba el modernismo, Madrid se zambullía en el llamado estilo nacional o regionalista. Palacetes neogóticos, fachadas neomudéjares, desubicados caserones montañeses o vascos en Chamberí. Entre ellos destaca el palacio de los marqueses de Bermejillo, hoy sede del Defensor de Pueblo, y de siempre atribuido al arquitecto santanderino Eladio Laredo, maestro del neoplateresco.

El nombre del autor del edificio no aparece en ningún archivo

En 1917 Luis María Cabello Lapiedra escribió en su libro La casa española que este palacio era, ante tanta contaminación exótica, "la obra de más intensidad artística española". Por eso a Joaquín Medina Warmburg le hizo tanta gracia descubrir que el hito de la arquitectura nacional era en realidad obra de un alemán. En 2005 investigaba para su tesis sobre arquitectos alemanes en España, cuando, rebuscando en viejas revistas germanas, encontró una foto del palacio en la portada de Deutsche Bauzeitung de 1924. En su interior el arquitecto Franz Rank explicaba cómo la marquesa (quien, por cierto, nació y se casó en México) le encargó su españolísima casa madrileña. "Me pareció muy divertido que el no va más del nacionalismo arquitectónico español fuese ideado por dos extranjeros; es una ironía casi quijotesca", cuenta Medina Warmburg por teléfono desde la Universidad de Kaiserslautern. "Yo soy medio alemán, medio español. Me siento tanto lo uno como lo otro, y me molesta un poco ese tinte excluyente y heroico de las identidades nacionales".

Enfrentado a la ausencia de documentación que mencionase al alemán, el doctorando visitó los archivos de la empresa Rank en Múnich. Según la crónica familiar, la marquesa conoció a Ludwig Rank, rebautizado Luis, en Ronda (los hermanos tenían una sucursal de su constructora en Sevilla). Tras contarle que quería hacerse un palacete y que era una enamorada del siglo XVI, Ludwig / Luis recomendó a la señora a su hermano Franz. Estaba descontenta con el proyecto original de Francisco Reynals. Franz estuvo de acuerdo, la fachada era de un terrible "gusto parisino". El alemán seguía la corriente Heimatschützer (literalmente, defensa del terruño), la traslación alemana de esa arquitectura historicista que buscaba la gloria del pasado. Para empaparse del "auténtico estilo español", Rank recorrió el país esbozando edificios como el granadino palacio de Caicedo (al que el de Bermejillo se parece mucho). El resultado fue un jolgorio de galerías, torres, rejerías, escudos y gárgolas.

¿Por qué no aparece el nombre de Rank en ningún archivo? "En aquella época los arquitectos extranjeros tenían que pasar un examen para poder firmar un proyecto en España, por lo que muchos pedían a un colega español que hiciese de firmón para ellos", explica Medina. Hoy, su descubrimiento consta en algunos libros, como la guía del Colegio de Arquitectos de Madrid, que afirma que Laredo se limitó a dirigir la obra del palacio junto a Benito Guitart. Pero en casi toda la literatura el palacio sigue siendo del santanderino. Incluso en la sede del propio Defensor no hay noticia de Rank.

La visita es impresionante, la marquesa decoró su casa-museo con una tremenda colección de puertas, cerámicas y artesonados antiguos. La historia del lugar tampoco tiene desperdicio; además de palacio, fue Embajada de Checoslovaquia y refugio de nacionales durante la Guerra Civil. Cuentan que hasta tiene un fantasma. Quizás sea el del arquitecto alemán, molesto por haber desaparecido de sus anales.

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Interior del edificio que ocupa en la actualidad el Defensor del Pueblo, en la calle de Eduardo Dato.
Interior del edificio que ocupa en la actualidad el Defensor del Pueblo, en la calle de Eduardo Dato.ULY MARTÍN

Palacio de Bermejillo

- Autores. F. Rank, F. Reynals, E. Laredo y B. Guitart.

- Obra. 1913-1916.

- Estilo. Historicista, neoplateresco

- Ubicación. Eduardo Dato, 31 (Rubén Darío).

- Función original. Palacio.

- Función actual. Sede del Defensor del Pueblo.

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