6.000 empleados menos en las cajas
Las fusiones planteadas reducirán un 4,5% la plantilla del sector a corto plazo, pero la reestructuración total podría elevar las bajas hasta el 15% de los trabajadores
Las cajas de ahorros españolas están revueltas. No solo afrontan la crisis financiera y la reorganización de su actividad que necesariamente va a propiciar, sino que esta semana han empezado a digerir los efectos de la segunda intervención por parte del Banco de España de una de las suyas: CajaSur. Y un nuevo paso en la carrera desenfrenada de las fusiones: se han anunciado tres nuevas negociaciones, dos de ellas lideradas por las grandes del sector: La Caixa y Caja Madrid.
A las once fusiones entre entidades que actualmente están en curso se sumará alguna más antes de que venza el plazo para solicitar las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el próximo 30 de junio, dicen los expertos consultados. Unos fondos que no todas van a utilizar. Ya hay cuatro integraciones muy avanzadas, las de los dos bloques de cajas catalanas, las de las entidades castellano-leonesas y la de Unicaja y Caja Jaén. Las tres primeras han solicitado algo más de 2.000 millones de euros en total para afrontar su reestructuración y desprenderse de más de 2.700 trabajadores. "No nos engañemos. Estas ayudas servirán para prejubilar a los empleados de las cajas", mantiene el profesor de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos. Igual que sucederá con las otras cuatro operaciones previstas, en fase más embrionaria (cajas gallegas; Banca Cívica, Cajasol- Caja Guadalajara y la liderada por CAM).
Los recortes se afrontan con prejubilaciones y bajas incentivadas
De llevarse a efecto la primera tanda de reestructuraciones como está previsto, van a transformar a 34 entidades (sobre un total de 45, que son las que hasta ahora conformaban el sector) en solo once. Lógicamente conllevará el cierre de un buen número de sucursales y una reducción de las plantillas de las entidades resultantes que todavía está por cuantificar. De momento, Martín Godino, socio de Sagardoy Abogados, calcula que saldrán unos 6.000 empleados de las ocho primeras reestructuraciones. Una cifra que el secretario general de Comfía-CC OO, José María Martínez, cree que se alcanza si se tienen en cuenta, además, los planes de prejubilaciones que mantienen La Caixa y Caja Madrid.
Ambos son conscientes, como el resto de las fuentes consultadas, de que estos recortes de plantilla no serán más que la fase inicial de un proceso que durará al menos un año y medio y que, en opinión de Godino, cuyo bufete laboralista participa en la mayor parte de las reestructuraciones en curso, supondrá una reducción del personal de las cajas de ahorros de entre el 10% y el 15%. Es decir, se irán a la calle entre 13.000 y 20.000 empleados del total de 132.000 con que contaba en 2009.
Pero la fuerza de los sindicatos en el sector financiero está sirviendo para que estos despidos no sean traumáticos, según declara una de las grandes cajas de ahorros inmersa en las negociaciones que prefiere mantener su anonimato. De hecho, todos los acuerdos de reestructuración sellados hasta ahora garantizan en sus encabezados que la reorganización de las plantillas se llevará a cabo "sin la utilización de medidas traumáticas". Se afrontarán a través de prejubilaciones y bajas incentivadas, los llamados despidos voluntarios.
Ello supondrá que, en general, los prejubilados (normalmente a partir de 55 años de edad) percibirán una media del 80% del salario que cobraban antes de salir de la caja y que quienes se acojan a las bajas incentivadas cobrarán indemnizaciones medias de 50 días por año trabajado -según los abogados- y de 70 días -según los sindicatos-; en ambos casos por encima de los 45 días por año habituales. También que se pongan en marcha programas de excedencias voluntarias, de reducciones de jornada del 50% para que dos trabajadores puedan cubrir un puesto de trabajo y, con ello, se reduzca el número de despidos, suspensiones temporales de empleo y programas de movilidad geográfica.
El profesor Maudos recuerda que, con los datos del Banco de España de 2009, el gasto medio por empleado en las cajas de ahorros es de casi 66.000 euros.
Hay quien considera, no obstante, que los recortes de personal que tienen que acometer las cajas de ahorros debido a su sobredimensionamiento en los años del boom inmobiliario, a la brusca caída del negocio, a la morosidad y a la falta de rentabilidad de muchas de las sucursales hará imprescindibles unos recortes de plantilla menos ventajosos para los trabajadores. Eso opinan el director del sector financiero de IE Business School, Manuel Romera, y el gerente de la consultora de marketing financiero Tatum, Eduardo González de Andrés.
Un sector a régimen
El año pasado empezaron los recortes en el sector financiero. Bancos y cajas cerraron 1.634 sucursales y redujeron sus plantillas. Más los bancos (en 5.125 trabajadores) que las cajas
(en 2.446). De cualquier forma, solo una pequeña parte del ajuste que necesitan. Según Manuel Romera, del IE Business School, "sobran una de cada tres sucursales del sector financiero español y uno de cada tres empleados.
Y no va a haber más remedio que despedir masivamente. Con las prejubilaciones quizá se pueda afrontar un ajuste del 10% del personal, pero lo que hace falta es que salga el 30%". Para González de Andrés, de Tatum, podrían cerrarse unas 10.000 sucursales y reducirse entre 40.000 y 70.000 empleos entre bancos y cajas; cantidades que a José María Martínez, de Comfía-CC OO, le parecen exageradas. "El nivel de soporte histórico del sector está en 250.000 trabajadores, unos 20.000 menos que los actuales", mantiene.
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