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Reportaje:

Psicología para un 'imposible'

Clemente y Muñiz ejercen de motivadores en Valladolid y Málaga en la lucha por la salvación ante Barça y Madrid, que se juegan el título - El descenso es el más apretado desde 1992

La semana está siendo tensa en Valladolid. También en Málaga. Dos técnicos, Javier Clemente y Juan Ramón López Muñiz, encaran un reto desconocido hasta el momento en sus respectivas carreras: salvar del descenso al equipo que entrenan en el último partido de la Liga y ante los dos grandes, Barcelona y Real Madrid, jugándose el título. La lucha por la salvación es agónica. El Xerez tiene 33 puntos. Tenerife, Racing, Málaga y Valladolid, 36. Desde la temporada 1991-1992 no se producía tal aprieto en la zona baja ante la última cita del curso. Desde entonces, al menos un equipo estaba ya descendido matemáticamente al llegar la última jornada. Ahora cinco conjuntos se dan codazos por esquivar las tres plazas que conducen a Segunda -los partidos por la lucha por el título y el descenso se disputan el domingo a las siete de la tarde-.

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Clemente las ha visto de todos los colores. O casi. "Nunca me ha tocado disputar el último partido contra un equipo que se esté jugando la Liga, a estas alturas es una novedad para mí", señala el técnico, uno de los artífices del renacimiento de un Valladolid que parecía condenado. El conjunto castellano ha conseguido con el entrenador vasco 12 de 21 puntos posibles (tres triunfos, tres empates y una derrota en siete partidos). "Quería llegar al último partido con opciones de salvación", comenta Clemente. Pero, llegados a tal punto, y ante la visita al Camp Nou, ¿cómo convencer a una plantilla que lucha por salvarse de que tiene opciones de puntuar en el campo de un líder necesitado de la victoria? "Pruebo un día una cosa, luego otra, mañana otra... Lo mejor es hablar, hablar mucho, convencerles, ellos ya saben que muchos modestos han ganado a los grandes. Claro que jugar en nuestro campo sería otra cosa", explica Clemente, que ayer arengó a su plantilla durante 60 minutos. Puro trabajo de psicología más que de pizarra y táctica.

El Málaga se jugará la vida ante su gente y contra el Madrid. El lleno en La Rosaleda es de tal calibre que el club no puede atender las peticiones de los medios para cubrir el encuentro. El conjunto andaluz espera un aliado en el Camp Nou. Si el Barcelona consigue una cómoda renta ante el Valladolid, la plantilla andaluza espera que eso desmotive al Madrid en su sprint por el título más peleado que se recuerda. Muñiz no ha variado un ápice la programación de la semana por el enfrentamiento ante el Madrid: dos sesiones a puerta cerrada y concentración la previa del encuentro. Más ha trabajado el técnico asturiano el aspecto psicológico. "Mis jugadores tienen que confiar en sus posibilidades y saber que a un partido cualquier rival es vencible. Les he puesto como ejemplo el caso del Atlético, un equipo que hace tres meses estaba prácticamente hundido y que ahora ha levantado un título y puede levantar otro. Nos jugamos toda la temporada y debemos estar preparados. Quiere hacerles ver que no es algo excepcional derrotar al Madrid a pesar de lo mucho que se juega", cuenta Muñiz. Y eso que el Málaga encadena 10 partidos sin ganar. En medio de la lucha por salvarse, todo es positivismo en los modestos ante casi un imposible, rendir a Barça y Madrid.

Xavi y Alves se abrazan ante los jugadores del Valladolid en el partido de la primera vuelta (0-3 en Zorrilla).
Xavi y Alves se abrazan ante los jugadores del Valladolid en el partido de la primera vuelta (0-3 en Zorrilla).EFE

Entre Cesc, Villa y Mourinho

Los dos grandes piensan en la próxima temporada cuando aún no ha echado el cierre este curso. El Barcelona pretende acelerar los fichajes de Villa y Cesc, e incluso cerrar la contratación ya del delantero, unos movimientos que se enmarcan dentro el ajetreo en la entidad ante las próximas elecciones y el deseo del presidente, Joan Laporta, de reforzar la candidatura continuista. "Mi futuro se decidirá antes o después del Mundial, no durante", dijo ayer Villa. "Si salgo del Arsenal, me gustaría ir al Barça, es un sueño", se lanzó también ayer Cesc.

Guiño de Cesc al Barça y declaración de intenciones de Mourinho. "He entrenado a un grande en Inglaterra [Chelsea], a un grande en Italia [actualmente, al Inter] y quiero entrenar a un grande en España. Algún día entrenaré al Real Madrid. Lo he ganado todo en tres países, no me falta nada", dijo.

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