El legendario origen de Disney
Un documental plantea que el dibujante estadounidense pudo nacer en Mojácar
La quema del archivo de Mojácar durante la Guerra Civil no sólo aniquiló la memoria de este pequeño pueblo almeriense, sino que condenó a la categoría de leyenda la teoría de que en él nació en 1901 el padre de la animación infantil, Walt Disney.
Su partida de nacimiento a nombre de José Guirao Zamora, si existió, se perdió entre las llamas. Tampoco se ha encontrado en 108 años certificado alguno más que el de bautismo en Chicago, ciudad en la que este referente en la historia de los dibujos animados creció junto a Elías y Flora Disney.
Según la tesis andalucista, su madre natural, Isabel Zamora, no se habría visto con fuerzas para criarlo tras huir a Estados Unidos al poco de dar a luz a su hijo, fruto de un escarceo. Sostienen los partidarios de esta hipótesis que, angustiada por el estigma del hijo ilegítimo y agotada tras cruzar el charco, esta humilde lavandera almeriense optó por dejar a su pequeño en manos de unos vecinos.
Hay personas que creen que una lavandera dio a luz al creador de Mickey
La hipótesis señala que la madre dejó al niño en manos de unos vecinos
Empezó a desdibujarse así la efímera historia de José Guirao que ahora recompone para el cine y la televisión el realizador madrileño Eduardo Soler, que estrenó anoche en el Centro de Usos Múltiples de Mojácar el documental Disney a través del espejo.
Que el título evoque a uno de los grandes clásicos de la literatura, Alicia a través del espejo, no es fruto de la casualidad, pues el documental que indaga en los orígenes de Disney es "como una metáfora" del libro. En ella, la figura de la niña que cruzó al país de las maravillas ideado por Lewis Carroll la ocupa el longevo fotógrafo estadounidense Tito del Amo.
Con su peculiar historia de vida, tejida a golpe de casualidades que le situaron cada vez más cerca del fabricante de sueños, se va desgranando en la cinta la trayectoria de Disney. "Vivieron frente a frente en Los Ángeles, se hicieron amigos y compartieron momentos como la inauguración de Disney World", cuenta Soler sobre Del Amo, quien se asentó en Mojácar en los años sesenta, cuando cubrió como fotógrafo el accidente nuclear de Palomares.
Del posible origen andaluz del creador de Donald y Mickey se enteró entonces ojeando una guía local. "No me lo podía creer. Era absurdo, una locura". Su empeño por desmontar lo que para él era un entuerto le ha ocupado 30 años que no han servido más que para alimentar sus dudas. "Pensé que podría probar que no era cierto, pero no lo logré. Ahora dudo de la historia de Chicago y de la de Mojácar".
Sobre ambas se ahonda en los 82 minutos que dura este montaje, más próximo al cuento en lo narrativo que al documental. Se rodó a caballo entre España y Estados Unidos, donde el equipo recopiló material inédito. "Mostramos imágenes nunca vistas y ofrecemos la opinión de la hija de Disney. Descubrimos en definitiva la verdad de Isabel y su hijo", cuya paternidad se la disputan tres hombres. El mejor posicionado es el médico del pueblo, Ginés Carillo, para el que trabajaba la lavandera.
Después de pasar un año hurgando en la biografía del creador de los más grandes personajes infantiles de la historia, como ya hicieran en 1940 tres representantes de Walt Disney Studios que pasaron varios días buscando en los archivos de Mojácar pistas sobre el misterioso José Guirao, los artífices de este documental se confiesan incapaces de decantarse por una u otra tesis.
"He tenido mis más y mis menos. Así que en el documental damos pistas y dejamos que sea el espectador el que opine", dice Soler. "Tenía unos rasgos tan andaluces", exclama Del Amo, quien lamenta la pérdida de todo documento útil para desvelar un misterio al que sólo daría hoy por hoy respuesta una prueba de ADN que su hija rechaza. "Hay que dudar", pide el compatriota de Disney, cuyo origen, zanja, "será hoy y siempre una leyenda".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.