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Reportaje:

La amenaza que viene de Asia

Las importaciones representan el 50% del mercado de la UE

La industria española conservera de pescado tuvo en 2009 una producción de 354.000 toneladas con un valor de unos 4.000 millones y el empleo de casi 12.000 trabajadores. La conserva de atún, con 216.000 toneladas, supone el 63% de su actividad. En toda la UE, la producción de atún es de 320.000 toneladas. España es el segundo país productor de conservas de atún del mundo, sólo por detrás de Tailandia, con 400.000 toneladas. Algo más del 40% de la producción española de conservas se comercializa en el exterior.

Se trata de una actividad en permanente proceso de ajuste para lograr una posición de mayor competitividad, vía mejora de estructuras y con la oferta de nuevos productos. A pesar de los procesos de reestructuración e integración desarrollados en los años precedentes, sigue necesitando una mejora de estructuras. La capacidad de producción ociosa supone aproximadamente el 20%.

Uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta el sector es su gran dependencia del exterior a efectos de aprovisionamiento, sobre todo en atún. Esta situación obligó a las empresas más fuertes a instalarse en países cercanos a los caladeros y disponer de flotas propias de pesca. Los resultados han sido positivos, pero no lo suficiente para hacer frente a las industrias asiáticas.

Mientras las empresas españolas deben cumplir una serie de exigencias en materia de pesca, capturas o políticas sociolaborales, los principales países de la competencia funcionan con otras reglas de juego. En base a los acuerdos bilaterales con la UE, los productores de esos países tienen una gran libertad para entrar en los mercados comunitarios hasta el punto de que el 50% de las ventas corresponde a productos importados de Asia. Desde el sector español se reclaman más mecanismos de protección frente a esas importaciones, más controles en la procedencia del atún para evitar las pesquerías ilegales y que esas empresas cumplan igualmente las exigencias de la OIT en materia sociolaboral.

En el caso concreto de España, el sector sufre igualmente el auge de la marca barata de la gran distribución que ya supone el 60% en el valor de las ventas y el 67% en volumen.

Ante esa situación, el sector trata además de buscar salidas vía la diversificación de la oferta con la elaboración de nuevos productos con o sin el pescado como base. La investigación supone aproximadamente un 5% de la facturación, pero los nuevos productos sólo representan hoy el 6,5% de las ventas. Para el responsable de la Asociación de Fabricantes de Conservas, Juan Vieites, se trata de una apuesta a futuro con el objetivo de pasar de ser una industria conservera a una industria alimentaria.

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