Meese implanta en Málaga su "dictadura del arte"
El artista alemán exhibe más de 100 obras en el CAC
Histriónico y envuelto en una polémica que él mismo alimenta, tanto en sus apariciones públicas como con su obra, el artista alemán Jonathan Meese (Tokio, 1970) presentó el pasado viernes en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC) su exposición individual más importante realizada hasta el momento en España y titulada 3 x C = Circussys Ceramicussus Caligolossoz (Once upon a time in Fort Knoxoz).
Meese se autodefine como "un exorcista cultural", difícil de encuadrar en una determinada corriente artística, pero que tiene en el expresionismo alemán una de sus fuentes de inspiración. El artista pretende poner en duda y fomentar la reflexión sobre el arte y sus actores o sobre lo que denomina "dictadura del arte", en la que el poder no recae en el creador ni en el museo, sino en el arte como ente autónomo.
La obsesión, el caos, el desconcierto, la decadencia o el desencanto de la religión son algunos de los planteamientos a través de los cuales Meese cuestiona la realidad, recurriendo a alusiones figurativas de personajes históricos alemanes como Wagner o Hitler, actores y actrices de Holly-wood, cómics o películas de terror.
En sus trabajos, Meese repite de manera casi obsesiva determinados temas y motivos que producen a primera vista, tanto entre el público como entre la crítica, rechazo, desasosiego y controversia.
Preguntado por el significado del título de la muestra, Meese explicó que "el arte es el teatro más grande del mundo y el escenario más grande tiene que llegar a ser tan grande como el planeta o incluso más, todo el universo".
En total, se muestran en el CAC Málaga hasta el próximo 20 de junio un total de 114 obras, entre pinturas, collages, fotografías, proyecciones de performances, esculturas y un conjunto de cerámicas.
Pese a sus reiterados ataques al arte establecido, Meese explicó que expone en el circuito actual porque, "como servidor más humilde del arte, tengo que aprovechar todas las oportunidades para publicitar la dictadura del arte". "El mercado del arte es muy divertido y en él se juega muy bien, pudiendo jugar también en los museos. Mi objetivo es que los visitantes de esta exposición, cuando se vayan, jueguen y den la bienvenida al gobierno del arte", afirmó Meese.
"En el juego no hay víctimas ni perdedores y todo el mundo gana", asegura. Según el artista, ante el fracaso de las "democracias nostálgicas" sólo queda la alternativa de la dictadura del arte. "El arte es la única ideología tras el fracaso para poner orden en el mundo por parte de reyes, caudillos, dictadores y políticos", sentenció.
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